Entre eclipses y mareas
El sábado no podía dormir. La luz se colaba por la orilla de las cortinas y me di cuenta de que la luna estaba llena, brillante y enorme, casi insolente en su manera de alumbrar la oscuridad. Sentía el cuerpo inquieto, como si hubiera un rumor adentro que no sabía poner en palabras. No era … Leer más