Adán Jodorowsky: desprenderse del ego
“¡Samurái!”, gritaba mi padre si alguien se tropezaba en la casa; con eso nos decía que estuviéramos atentos a todo lo que ocurre en la vida. Había un cuarto de meditación, nos hacía caminar como ninjas y, para sacar la rabia, romper una silla y enterrarla en el jardín. Su nombre es Alejandro, pero quizás … Leer más