La vida secreta de las parejas: Alejandro Claveaux

Ya actuaste en producciones de la TV abierta y en películas.
¿Cuál es la diferencia de esos trabajos con la serie de HBO?

En HBO tenemos
más libertad de creación y un seguimiento de la dirección y de Bruna Lombardi,
que escribió la serie, que nos permite participar más activamente en el proceso
creativo y, juntos, construir las escenas, el personaje y la relación entre los
personajes. Tuvimos un tiempo de preparación que también ayudó mucho en esas construcciones.
Soy un actor que vino del teatro, siempre trabajo con procesos, me parece muy
importante oír la opinión del director y de quien escribió para ver qué esperan,
y también ser oído y respetado. Así, hay un poco de la mano de todos, del conjunto,
y es eso que vemos en el cine. En la serie, logramos hacer lo mismo, es uno de
los grandes puntos positivos.

¿Cómo fue para ti interpretar a un periodista de investigación?
¿Dónde buscaste referencias para construir tu personaje?

Una de las principales referencias es el momento
político que estamos viviendo -grabamos justo en el medio de ese turbulento cambio
de gobierno. Gran parte de lo que leí en los periódicos y de la experiencia de
vida que tuvimos durante ese momento político, también lo vivimos en la serie. Y
ese fue uno de los puntos de investigación. Otra cosa a la que presté a tención
fue a la energía que ese personaje tendría, esas ganas de descubrir la verdad,
la locura por saber y revisar la información; las ganas de mostrar la verdad a las
personas para que ellas se orienten y puedan cambiar la situación.

¿Cuáles fueron los desafíos de ese personaje?

Vicente es muy importante para mí, es el primer personaje
bueno que hago. Hice muchos antagonistas, hice un transexual, tengo una lista
de personajes diferentes. Vicente tiene muchas capas. Tuve la suerte de no ser un
bueno cualquiera. Generalmente, el bueno es aburrido, es héroe, y las personas ven
la bondad y la honestidad como algo aburrido. Eso es muy extraño, debería ser lo
contrario, ¿no? El villano generalmente es más interesante. En este caso, no. Mi
personaje tiene muchas capas, puede cambiar en cualquier momento y el medio
influye completamente en su vida, así como es en la vida misma. Es un personaje
que tiene mucha energía, perdió su familia muy temprano, fue criado por el tío,
es muy solitario y, aun así, quiere ayudar a las personas, tiene esa voluntad
de cambiar algo. Pero, en el fondo, sufre mucho. Es muy vacío, por falta de
amor. Sus relaciones amorosas y personales también son raras. Las relaciones
que tiene con las mujeres que aparecen en la trama dicen mucho sobre él. Con cada
una es diferente. Lo veo a Vicente como un héroe contemporáneo, y fue genial construir
eso, porque siempre tuve el temor de hacer un personaje bueno, incluso porque tampoco
sabía cómo hacerlo.

¿Cómo fue la relación con los directores y el
equipo creativo de la serie?

Carlos Alberto Riccelli fue una de las personas que me
ayudó mucho. Grabamos mucho juntos y él me señalaba cosas muy específicas. Me
encanta ser dirigido, soy un actor que hago de todo para entender la mirada del
director. No voy a abandonar lo que cree, pero voy a transformarlo. Me encanta ese
poder de transformación que tiene el actor. Me encanta el desafío de llegar a
dónde el director quiere ir. En ese trabajo lo logramos.

¿Cuál fue la contribución del personaje para ti? ¿Qué
aprendiste con él y llevaras a tu vida personal o profesional?

Lo que me quedó es que es correcto, el bueno, el
honesto, lo correcto y la ética están de moda. Y los jóvenes tienen que
entender que eso es lo básico, lo mínimo, para convivir en sociedad, para esparcir
el amor e intentar cambiar esa realidad que vivimos.