Según una encuesta de salud llevada a cabo en Inglaterra, las mujeres son cada vez más felices a medida que envejecen. Durante gran parte de sus vidas, su tasa de mala salud mental es más elevada respecto de los hombres; pero cuando rebasan los 85 años, la felicidad general aumenta en las mujeres mientras que disminuye en los varones.
Con excepción del grupo de ancianos, las mujeres mostraron mayor probabilidad que los hombres de tener mala salud mental en casi todos los grupos etarios. En términos generales, 21 por ciento de las mujeres informó tener problemas de salud mental, comparadas con 16 por ciento de los varones. En opinión de Kate Lovett, decana del Real Colegio de Psiquiatras, es muy probable que el cambio observado a lo largo de la vida (el cual conduce a menos problemas de salud mental en las mujeres) se deba a la carga específica de las responsabilidades que suelen tener las mujeres. Así mismo, muchas mujeres han enviudado al alcanzar esa edad, cosa que los psiquiatras consideran un factor contribuyente.
Las mujeres “aún tienen mayor probabilidad de llevar a cuestas la mayor parte de las responsabilidades domésticas y de atención”, dijo Lovett alTimes. Conforme envejecen, esa carga podría aligerarse, ya que dejan de ser responsables de hijos y padres ancianos.
El amanecer recorta las siluetas del Parlamento y la estatua de Winston Churchill en Westminster, Londres, Gran Bretaña, el 24 de junio de 2016. REUTERS
“Los hombres solteros, viudos o divorciados son más vulnerables a desarrollar depresión, y los que se encuentran en este grupo etario podrían ser más propensos a vivir solos”, agregó Lovett. “De manera paradójica, las mujeres casadas tienen mayor probabilidad de desarrollar depresión”.
La encuesta de salud mental, dirigida por National Health Survey, en Inglaterra, incluyó a 8,000 personas que contestaron 12 preguntas sobre felicidad, depresión, ansiedad, alteraciones del sueño y autoconfianza. Los participantes respondieron cada pregunta con una puntuación de cero a 12, siendo la puntuación de cuatro o más una indicación de probables problemas de salud mental. Según la encuesta, la gran mayoría de los adultos no informó de mala salud mental. Más de la mitad de los adultos obtuvo una puntuación de cero, y 28 por ciento recibió una puntuación de uno a tres. Con todo, 19 por ciento del total de los adultos obtuvo una puntuación superior a cuatro, indicativa de probables problemas de salud mental.
“En todos los grupos etarios, pero particularmente en los jóvenes, esto es causa de grave preocupación para todos como sociedad”, declaró Lovett.
Las puntuaciones de mala salud mental más altas fueron observadas entre mujeres jóvenes de 16 a 24 años, con 28 por ciento. En el grupo de 25 a 34 años, 18 por ciento de las mujeres informó tener mala salud mental. El porcentaje volvió a elevarse a 24 por ciento en el grupo de mujeres de 45 a 54 años. Sin embargo, en el grupo etario de 85 años y más, el porcentaje de mujeres que informó de mala salud mental cayó a 14 por ciento.
En cambio, la encuesta afirma que la felicidad de los hombres fue casi consistente a lo largo de toda la vida, si bien esto no significa que algunos hombres no padezcan de mala salud mental. Entre los 16 y 24 años, la prevalencia de mala salud mental osciló entre 16 y 18 por ciento. En los hombres de 65 y 84 años, el porcentaje cayó a 13 por ciento. A partir de los 85 años, el porcentaje de mala salud mental entre hombres alcanzó un pico de 19 por ciento.
Es importante señalar que los hombres tienen tasas de suicido más elevadas que las mujeres, equivalentes a casi el triple, según informóTimes. Esto se debe, posiblemente, a que las mujeres son más propensas que los hombres a pedir ayuda para atender sus problemas de salud mental.
“Por fortuna, las mujeres también tienen mayor tendencia a hablar de su salud mental y buscar servicios de apoyo”, comentó Stephen Buckley, portavoz de Mind, beneficencia británica de salud mental, en entrevista conTimes. “Estamos enfrentando una crisis de salud mental en niños y jóvenes. Sabemos que los adolescentes están encarando una gran variedad de presiones, incluidos el estrés escolar, bullying, problemas de imagen corporal y la presión adicional del mundo permanentemente en línea. Las niñas también podrían sentirse afectadas por la sexualización, y por la sensación de que sus vidas tienen que ser tan perfectas como las fotos de losnews feeds”.
La encuesta también determinó que las personas más pobres tenían tasas de mala salud mental más altas. Los investigadores estandarizaron la encuesta para las diferencias de edades, y hallaron que los participantes con los ingresos más bajos tenían casi el doble del porcentaje de las personas con mala salud mental.
La disparidad entre hombres y mujeres persistió, no obstante el ingreso familiar.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek