Argentina da cadena perpetua a autores de “vuelos de la muerte”

La justicia argentina condenó este miércoles a dos expilotos militares por participar de los “vuelos de la muerte”, uno de los métodos de desaparición forzada durante la última dictadura (1976-1983).

Mario Daniel Arrú y Alejandro Domingo D’Agostino fueron condenados a cadena perpetua por participar en vuelos para arrojar a opositores vivos al mar o al Río de la Plata desde aviones militares, una forma de hacerlos desaparecer sin dejar rastros.

El expiloto militar argentino-holandés Julio Poch, también imputado por este caso, fue absuelto, al igual que Ricardo Ormello.

Poch había sido extraditado desde España el 6 de mayo de 2010.

Al declarar en 2013, Poch había negado su participación en los vuelos y dijo nunca haber estado en la ESMA ni haber integrado un “grupo de tareas” de represión ilegal en la dictadura.

“Yo no participé de la lucha contra la subversión y yo no tuve nada que ver con los vuelos de la muerte y no confesé porque no tengo nada que confesar”, dijo ante los jueces el exaviador que se desempeñó como piloto en Transavia, filial de Air France y KLM.

Poch se retiró como teniente de fragata en febrero de 1981, tras lo cual se radicó en Holanda con su esposa y tres hijos.

Es la primera vez que la justicia emite una sentencia por los “vuelos de la muerte” en Argentina, que ya ha juzgado y condenado a numerosos agentes de la dictadura por diversos delitos como homicidios, tormentos, robos de bebés.

Entre las víctimas de los “vuelos de la muerte” figuran las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, secuestradas y asesinadas junto a fundadoras del organismo humanitario Madres de Plaza de Mayo, en diciembre de 1977.

Los restos de Duquet y tres madres de Plaza de Mayo habían sido hallados poco después de su secuestro en una playa de la costa atlántica argentina y enterrados sin nombre en un cementerio cercano. En 2005 fueron exhumados e identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Domon sigue desaparecida.

Las sentencias sobre los “vuelos de la muerte” se dieron dentro de un proceso con 54 imputados que investigó 789 hechos, el mayor desde 2003 y el tercer juicio por violaciones a los derechos humanos cometidas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el más emblemático centro de exterminio del régimen.

Unas 30,000 personas fueron desaparecidas durante la dictadura, según organismos humanitarios.