Las denuncias públicas de acoso sexual van en ascenso y no son exclusivas de Hollywood, cada vez son más los campos profesionales en los que mujeres y hombres se dicen víctimas de estos hechos. En recientes declaraciones varias legisladores estadounidenses relataron a la agencia de noticias Associated Press las insinuaciones sexuales de las que fueron objeto por parte de sus propios colegas de la Cámara de Representantes.
Una legisladora en funciones y tres que ya no están en el Congreso dijeron a la Associated Press que fueron hostigadas o blanco de comentarios de tono sexual inapropiados. Los incidentes ocurrieron hace años, incluso décadas, cuando las mujeres eran recién llegadas al Congreso. Sin embargo, ninguna de ellas aceptó identificar a los responsables.
Cuando era una recién llegada al Congreso, poco después de cumplir 30 años, un legislador con mayor antigüedad, casado, me propuso que nos acostásemos. Me reí como tomándomelo en broma, pero insistió. Y de allí en más evité a esa persona”, afirmó la representante demócrata californiana Linda Sánchez.
Agregó que les advirtió a otras colegas sobre el legislador en cuestión, pero prefirió no identificarlo, aunque dijo que sigue en el Congreso.
Sánchez dijo asimismo que otro legislador no le sacaba los ojos de encima, y que en una ocasión la tocó de una forma inapropiada, fingiendo que fue algo accidental. También desistió de identificarlo, pero dijo que ya no está en el Congreso.
Otra congresista, Mary Bono, dijo a la AP que un colega le dijo que había estado pensando en ella en la ducha. Bono dijo que se enfrentó al colega y que no hizo ningún comentario más sugestivo.
“Es un mundo de hombres, sigue siendo un mundo de hombres”, dijo Bono. “No ser coqueta y no ser una hija de p… Esa era mi regla, tratar de caminar por esa línea delgada”, agregó.
Bono, quien sirvió 15 años antes de perder su banca en el 2012, se negó a nombrar al colega, pero dijo que todavía está sirviendo en el Congreso.
La exrepresenatnte Hilda Solís dijo que ella recibió de un colega a lo que la AP se refiere como “reiterado acoso con propuestas no deseadas”. Ella, también declinó nombrar al colega o detallar exacatamente que incluían esas propuestas.
“Es una cuestión de poder”, dijo a la AP la exsenadora Barbara Boxer, tras describir un incidente en una audiencia en la década de 1980 en el que un colega le hizo un comentario de trasfondo sexual desde la tarima, el cual generó sonrisas generalizadas y otro comentario celebrando la salida de parte del presidente de la comisión. “Es algo hostil, incómodo, que puede privar a una persona de su poder”.
Ninguna de las legisladoras entrevistadas denunció los incidentes en su momento. Algunas dijeron que, de hecho, no estaba claro a quién hacer la denuncia.