Sin timidez el pregonar se asoma: ¡aquí, aquí está el abre-caminos para
cambiar su destino! Pasos adelante los reproches se reparten por doquier. El
zumbido de los moscones celebra el festín de montones de basura que aún no han
sido retirados de la Central de Abastos.
Son uno, dos, no, menos… unos 50 pasos sobre Diagonal de Mercaderes y el
zarandeo de las manos lleva en cada movimiento la esperanza de ahuyentar a los
insectos voladores.
Josefa olvida por momentos el olor pestilente y
desde sus entrañas saca fuerza para ofertar a grito
pelado sus productos: ¡Marchantaaa,qué va a llevar, a 10
pesos la bolsa!
Sobre Avenida Periférico, ambulantes,
delincuencia y prostitución viven
sobre las agonizantes vías del
tren, desde arriba los lunares de colores no pasan desapercibidos, desde abajo los
desperdicios de comida, frutas y papel “adornan” el espacio.
Pero
adentrándose al Mercado,el
incienso en la zona de comerciantes disimula la molestia visual y olfativa
generada por los desechos.
En la rampa, el escenario no es diferente: botes de agua, comida,
desechos de verduras, todos en un solo lugar.
Los pies se te enredan de pronto entre tanto plástico; debajo de los camiones estacionados
la basura simula un colchón de “protección”.
100 toneladas diarias
de basura en la Central
Más allá, en la zona húmeda, José Luis Díaz Cabrera, dirigente de la
Organización Unificadora de la Zona Húmeda de la Central de Abastos (ORUPROZA),
reconoce que no existe un programa integral para la recolección de los desechos
sólidos y que el problema permanecerá, aunque se haya abierto el basurero.
“Es necesario hacer un planteamiento concreto y serio”, reclamó tras
señalar que se ha gastado mucho en programas absurdos que no permiten la
industrialización de la basura, “los mal llamados representantes de la sociedad
solo han chantajeado; las estrategias publicitarias del municipio no han
servido”, dijo.
La organización estimó que tan sólo en este centro comercial diariamente
se recolectan entre 50 a 100 toneladas de basura y que éste incrementa al doble
por las celebraciones de Todos los Santos y Días de Muertos, además reveló que
no existe un programa integral para su recolección.
En cinco días de cierre del tiradero municipal de la Villa de Zaachila
se ha estimado una producción de unas 300 a 500 toneladas de desechos en este
espacio. Y aunque el servicio se ha restablecido por dos días, éste no será
suficiente.
Trabaja municipio
contra reloj
El basurero de
Zaachila está abierto por el momento… a pesar de que ya pasaron las 48 de tregua que dieron vecinos de las 33
colonias unidas de Zaachila.
En víspera de la
celebración de Muertos,
Coordinación de Servicios Municipales, que encabeza José Ángel Álvarez González,
informó que la recolección de desechos se restablece de manera paulatina, sin
embargo, señaló que la normalización de este servicio tardaría un lapso de
cinco días, aunque podría ser interrumpida nuevamente en caso de que los
vecinos no lleguen a acuerdos con las autoridades.
Y a pesar de que los centros de acopio instalados en la cabecera y las
13 agencias municipales y de policía continúan en función, estos no son
suficientes porque la basura sigue en las calles,
circulando cotidianamente entre los ciudadanos que incentivan basureros
clandestinos en cada esquina.