Por: Carina García
El frío de la mañana da cuenta de la terrorífica postal. Anafres viejos
son atizados para dar calor mientras que las esquinas son ocupadas como baños
públicos. De uno de los módulos se asoma titubeante y nerviosa Jovita Martínez,
quien escucha los acuerdos, los planteamientos y hasta los reclamos entre
maestros y comerciantes ambulantes.
La disputa empezaba, no con golpes, pero sí entre una serie de denostaciones,
calificativos y menosprecios. ¡No a la entrada de vendedores identificados con
el PRI!, era la consigna de Yolanda Ruiz del Sol Rojo, quien fue protagonista en
días pasados de los hechos de violencia suscitados en las oficinas de la
Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO).
Son poco más de tres manzanas. El desgastado piso de la Plaza de la
Constitución de la ciudad de Oaxaca es la radiografía de las miles de protestas,
marchas e incluso desalojos que han tenido como marco este lugar.
El parque público –en donde también converge la música de viento, el
danzón, la cultura de Oaxaca– ha persistido a toda batalla magisterial,
antorchista y triqui. Este lugar emblemático existe desde 1529 y fue trazado
por Juan Peláez de Berrio, alcalde mayor de la entonces Villa de Antequera.
Durante todo el gobierno colonial, la Plaza no tuvo empedrado ni
banquetas, sólo una fuente de mármol colocada en 1739. En el 2005, bajo la
supervisión del arquitecto Carlos Melgosa Castillo, se intentó retomar el trazo
original de la Plaza, acentuando los 4 puntos cardinales y las diagonales que
pasan por su centro, adaptando jardineras adecuadas al tamaño.
De ambulantes y otras cosas…
Detenidos con hilachos, las lonas que dan sombra a los maestros
plantonistas esconden en sus entrañas estrategias para presionar al gobierno,
pero también para dar al traste al comercio establecido.
La Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope) ha reportado que
en un día los negocios pierden entre 800 mil y un millón de pesos debido a
marchas y plantones.
Son cifras que, aunque Asunción Santiago no logra asimilar en su negocio,
la situación se refleja sobre la calle de 20 de noviembre en las afueras del
mercado y al interior de su negocio, donde el escenario no cambia: “poca
venta y muchas pérdidas”.
“No podemos tolerar más esta situación, si seguimos así esto nos va
a llevar a la quiebra”, dice la joven mujer quien “agoniza”
entre sus bajas ventas y el caos que se vive en el primer cuadro de la ciudad,
que se ahoga entre el ambulantaje y ahora la basura.
En un puesto de no más de un metro y medio, un hombre oferta utensilios
de cocina; el hombre fue afiliado por los dirigentes de una organización que ha
secuestrado el zócalo de la ciudad.
Los datos
El municipio de Oaxaca de Juárez notificó en el 2009 la presencia de mil
96 puestos: 926 de día y 150 por las noches. A principios de este 2016, la
autoridad reconoció la existencia de más de tres mil puestos en la vía pública.
De acuerdo con los cálculos de las propias autoridades, el número de
puestos pudo haber incrementado.
En julio pasado se llevó a cabo un operativo que dio como resultado la
revisión de aproximadamente 130 puestos de comercio, de los cuales, sólo 80 se
encontraban regularizados, por lo que 23 fueron levantados y a 10 se les
impidió instalarse.