El gobierno ruso se prepara para poner a prueba su última generación de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) con armamento nuclear, los cuales, se afirma, pueden penetrar en el escudo defensivo de los EE. UU.
Las pruebas del lanzamiento del RS-28 se llevarán a cabo en el cosmódromo de Plesetsk, en el noroeste de Rusia, antes de fin de año.
La prensa estatal rusa indica que el RS-28 Sarmat, un ICBM de más de 100 toneladas, podría destruir un área del tamaño de Texas. Reseña además que está diseñado para evadir las defensas de misiles con múltiples ojivas hipersónicas, conocidas como MIRV.
Los mismos reportes dan cuenta de una capacidad de alcance de 11,000km, una carga útil de hasta 15 ojivas y la capacidad de “acelerar más allá de cualquier sistema de defensa antimisiles que exista”.
La agencia RIA Novosti dijo que las ojivas individuales podrían tener rendimientos de hasta 750 kilotones y que los silos de lanzamiento de los RS-28 se construirían para resistir siete ataques nucleares.
Rusia espera que el RS-28 entre en servicio a comienzos de la próxima década como parte de su modernización nuclear en curso.