¿Hay algo que no pueda explicarse con una buena analogía de “Star Wars”? Investigadores del Instituto Wyss, en la Universidad de Harvard, han creado The Beginning, un video de tres minutos que utiliza la franquicia de ciencia ficción para explicar el máximo misterio de la vida: la reproducción. Y al hacerlo, se llevaron la tremenda sorpresa de descubrir un proceso molecular jamás observado en los espermatozoides.
Mediante una combinación de música cinemática e imágenes atractivas, Don Ingber, director fundador del Instituto Wyss para Ingeniería Biológicamente Inspirada, y Charles Reilly, científico del personal de dicho instituto, comparan un óvulo con una nave espacial galáctica, y a los espermatozoides con naves más pequeñas que intentan infiltrar su campo de fuerza. El video es muy realista y anatómicamente correcto, desde la proporción de los espermatozoides y el óvulo, hasta el movimiento mismo de la cola (flagelo) de los espermatozoides.
“Resulta que crear un modelo biológico preciso y crear una representación computarizada de la vida que sea verosímil en una película, son cosas muy parecidas, en cuanto a que estás resolviendo problemas constantemente y modificas tu objeto virtual hasta que queda de la manera como las cosas lucen y se mueven de verdad”, dijo Reilly, según información de Gizmodo
Si bien el proyecto es un método divertido para enseñar el tema, a menudo incómodo, de la educación sexual, también tiene valor científico. Pues, mientras creaban su película, el dúo topó inesperadamente con un nuevo proceso molecular de los espermatozoides.
En un estudio publicado enACS Nano, Reilly e Ingber explican que, mientras hacían la simulación del movimiento del espermatozoide para el video, descubrieron que una región específica del flagelo del espermatozoide se movía espontáneamente en su dirección característica cuando se aplicaba fuerza en el punto de unión. En el video, el equipo representa al axonema del espermatozoide (un tubo largo que consta de nueve pares de tubos más pequeños, los cuales se extienden a todo lo largo del espermatozoide), y a las proteínas del axonema, conocidas como dineínas. El video muestra que las dineínas se mueven de manera sincrónica para ayudar a impulsar el flagelo del esperma. Esto es algo que jamás se había documentado.
Como escriben los científicos en su artículo, la “búsqueda de una labor artística condujo a descubrimientos biológicos en la nanoescala, así como al desarrollo de una tecnología de modelado y simulación altamente generalizable que tiene utilidad para la nanociencia y para cualquier otra área de la investigación científica en la que intervenga el análisis de sistemas complejos de escala múltiple”. En otras palabras: el arte ayuda a la ciencia.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek