Así de eclécticos son los integrantes de Kinky, y parece que esa mezcla de personalidades es lo que hace de su música algo tan especial. Newsweek en Español habló con la banda sobre su nuevo álbum, Nada vale más que tú, en el que encontramos colaboraciones con artistas como Pepe Aguilar.
“Todo empezó cuando estábamos haciendo la gira del MTV Unpluged. Estar en un contexto tan acústico nos creó una ansiedad por regresar a lo que más nos gusta: sintetizadores y música electrónica”, cuentan.
FOTO: DAVID EISENBERG/NW NOTICIAS
—En este último disco colaboran con Pepe Aguilar, ¿de dónde vienen esas mezclas de género tan distintas?
—Vienen de la inquietud que tenemos de probar nuestra música con artistas que no tienen nada que ver con lo que hacemos naturalmente. Con Pepe fue muy sorprendente, pero también de pronto tenemos colaboraciones con algún integrante de Intocable, siempre con lo regional. En este disco se daba perfecto tener un trap con un grito charro.
—¿Cómo fue trabajar con alguien tan icónico como Tony Hoffer?
—Fue a larga distancia, nosotros vivimos en Los Ángeles al igual que Tony, pero casi siempre trabajamos con intercambio de archivos. Fue una buena escuela porque llevó el sonido a un lugar que nosotros no esperábamos, en verdad nos sorprendió la maestría de estos personajes míticos que son productores e ingenieros y que están en su nave espacial en algún sótano en L. A. Le da al álbum un nivel muy superior.
FOTO: DAVID EISENBERG/NW NOTICIAS
—Tienen ya unos personajes muy marcados, ¿cómo es trabajar juntos siendo tan distintos?
—Hemos ganado la experiencia de acomodarnos como fichas de ajedrez, la máquina se va aceitando sola y ya estamos muy cómodos con nuestra personalidad y nuestros papeles en la banda. Este disco fluyó muy bien, fue muy sencillo, las ideas tomaron su propio curso y sin presión.
—Al final, este álbum tiene un tono político…
—Claro, estamos inmersos en una etapa mundial en donde el mensaje político está en todos los ámbitos y es casi inevitable estar en contacto o tener una idea referente a eso. Estamos en una posición extraña porque al vivir en Los Ángeles y en México tenemos una doble casa y pasamos mitad del tiempo allá y mitad acá, y eso te despierta muchos cuestionamientos y te da una perspectiva distinta tanto de la política de tu país como de la de Estados Unidos y te hace escribir al respecto. Creemos que cualquier ciudadano despierto imprime algo de eso en su trabajo.
—¿Cuál fue la última experiencia inolvidable que tienen al grabar un álbum?
—Justo la de Pepe Aguilar. Teníamos la idea y el concepto de lo que queríamos hacer con él, y antes de mostrársela ya teníamos el micrófono preparado y una computadora con un preamp. Lo montamos en el camerino de un programa en el cual él era juez y en su descanso lo estábamos esperando y lo pepenamos echando el grito, fue a huevo, no le dimos chance.
FOTO: DAVID EISENBERG/NW NOTICIAS
—¿La última vez que sus seguidores los sorprendieron?
—Tocamos en un festival en Ciudad Juárez que estuvo bien chido. Lo que nos sorprende es que los seguidores nos están dejando tocar la mitad del disco nuevo y eso no pasa. Muchas bandas no pueden tocar más que los dos primeros discos y eso para nosotros es increíble: que el show es siempre nuevo y el público lo acepta y lo disfruta.
—¿Cuál fue el último disco que escucharon que les haya encantado?
—Uno que no es nuevo, pero se vale: los éxitos de The Eagles, está con madre.
—Últimamente han tocado en muchos festivales, ¿los prefieren?
—Festivales y conciertos: los dos está chingón. Sí, hemos tocado últimamente en muchos festivales. Nos gusta el evento del festival porque es muy divertido, pero al tocar es más a gusto cuando estamos solos porque tenemos más tiempo, un camerino con madre y es nuestro show.