Los sismos de septiembre dejaron al menos a 226,000 niños en las calles o albergues, con ello quedan expuestos a ser víctimas de abuso, explotación, violencia o negligencia alertó la organización internacional Save the Children.
A un mes del devastador sismo de 7.1 grados del 19 de septiembre la organización estimó que el número de niños fuera de sus hogares podría ser mayor ya que no se cuenta con un censo final de viviendas afectadas. Sin embargo el gobierno federal ha estimado que 86, 657 hogares han sufrido daños totales o parciales por los efectos de los sismos
Las condiciones de los menores afectados por los sismos, según la organización levantan alertas sobre la protección de la niñez, ya que en los albergues o las calles los niños no están acompañados por largos periodos de tiempo, tampoco se tiene registro de quienes entran o salen de estos lugares.
“Es imprescindible poner en marcha todos los mecanismos que permitan a los niños estar protegidos y no sufrir más daños de los que los terremotos ya han provocado en sus vidas”, destacó María Josefina Menéndez Carbajal, directora ejecutiva de Save the Children en México.
Menéndez Carbajal dijo en un comunicado de prensa que muchas familias afectadas han decidido abandonar los albergues durante el día para vigilar sus casas y otras incluso llegan a dormir a la intemperie en tiendas de campaña frente a sus hogares por miedo a que les roben sus pertenencias durante la noche.
Save the Children ha observado que en muchas ocasiones eso lo hacen acompañados de sus hijos, lo que los expone a permanecer en las calles durante todo el día, dado que varias escuelas continúan cerradas y aumenta su vulnerabilidad a posibles riesgos.
Actualmente la organización trabaja con 2,270 niñas, niños y adolescentes en 35 albergues o campamentos en las zonas afectadas de Puebla, Ciudad de México, Oaxaca y Morelos, convertidos en “espacios amigables en donde las y los niños reciben apoyo psicosocial, y materiales para cubrir sus necesidades básicas”.