Ganado adquirido con recursos públicos acabó en rancho de César Duarte

César Duarte Jáquez, exgobernador prófugo de Chihuahua, se benefició de la compra que se hizo con recursos públicos de un ganado neozelandés que fue prometido a ganaderos de la entidad, pero que terminó en sus ranchos, de acuerdo con una investigación que ha realizado la presente a la cual ha tenido acceso la prensa mexicana.

Los reportes indican que más de 900 vaquillas de registro con valor superior a 700 mil dólares llegaron en junio de 2015 provenientes de Nueva Zelanda a Mazatlán, Sinaloa, como parte de un un lote de 3 mil 400 cabezas adquirido ese mismo año e importado por el gobierno de Chihuahua, el cual formaba parte de un programa de mejora genética y repoblamiento del hato ganadero estatal.

Sin embargo, parte de esas reses no llegaron a manos de ganaderos locales sino que fueron a parar a la Unión Ganadera División del Norte, fundada en 2005 por el propio César Duarte y por Carlos Hermosillo, quien fue diputado federal, colaborador cercano al exgobernador priista y quien falleció el 20 de marzo pasado. Pedro Baca Gómez, sobrino de Bertha Gómez, esposa de Duarte, era representante legal de esa unión.

El diario La Jornada informó desde el año pasado, citando informes de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) de Chihuahua, que César Duarte obtuvo 345 animales de alto registro por medio de ese programa, así como Raúl Enrique Javalera, exdirector de la Comisión Estatal de Vivienda, se hizo de un lote de 106 vaquillas. Incluso el hermano Roberto Sandoval, exgobernador de Nayarit, Raymundo Sandoval obtuvo 106 cabezas del ganado importado.

Nuevos datos a los que obtuvo acceso la organización Mexicanos Contra la Corrupción indican que en total arribaron a los terrenos del exgobernador de Chihuahua casi 900 reses y confirma que otras fueron trasladadas a ranchos de Nayarit, algunos propiedad del exgobenador Sandoval, a donde llegaron 682 vacas, contraviniendo las leyes con las que fueron compradas las vacas.

Los mismos datos indican que sólo 145 vacas llegaron a pequeños productores aún cuando la intención del programa con el cual fueron adquiridas consistía en hacer frente a los efectos de una sequía que había golpeado al sector. A mediados de 2014, se implementó en Chihuahua un programa de “repoblamiento de cría”, es decir, cruzar reses extranjeras con locales, con lo cual se preveía que los productores medianos y pequeños podrían obtener hasta 10 vaquillas, mientras que las organizaciones ganaderas recibirían máximo 45 cabezas.