Desde el 2016 y lo que va de este año, se han encontrado a dos hombres adutlos y una mujer menor de edad originarios de Aguascalientes en fosas clandestinas en Jalisco, así lo aseguró la representante del Observatorio de Violencia Social y de Género en Aguascalientes, Mariana Ávila Montejano.
“De los procesos que nosotros hemos acompañado (casos de desaparición) han sido tres que se han encontrado en fosas de Jalisco; el Observatorio desde que inició el acompañamiento con familias (…), en estos últimos 5 años han sido entre 35 y 40 de las que no aparecen de inmediato o en la primer semana, un número importante no son localizados con vida”, expresó.
Señaló que el Observatorio daba seguimiento a los casos de las tres personas al momento de ser encontradas en dichas fosas. Estimó que un 40 por ciento de las desapariciones a las que que han brindado acompañamiento a sus familiares, terminan con encontrarlos sin vida.
Agregó que uno de los principales problemas en casos de desaparición es la falta de comunicación entre las autoridades de los estados, con el fin de localizar de forma más oportuna a personas desaparecidas.
“En los estados colindantes como Jalisco y Zacatecas se han encontrado muchísimas fosas, se han armado caravanas de personas migrantes sin embargo no tenemos coordinación con estos estados ni siquiera con las autoridades”, sentenció.
Si bien aplaudió la aprobación de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, reconoció que es un trabajo legislativo que tiene años de retraso para lograr su aplicación.
Esta ley plantea una serie de mecanismos a aplicar en cada uno de los estados en materia de desapariciones. En Aguascalientes, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas mantiene un registro de 179 personas desaparecidas desde el 2014 a julio del presente año, sin embargo, el OVSG ha planteado una cifra que varía entre 200 hasta 250 personas.
“De pronto hablamos con familias que no dieron seguimiento o no tienen un número de carpeta o de averiguación, entonces ¿cuántos sub registros hay de personas desaparecidas?”, cuestionó Ávila Montejano.
Incluso, existen los casos que por recomendación de las mismas autoridades, no se hacen públicas como una medida de seguridad, lo que dificulta a las ONG a mantener registros más acertados, y las familias tienen que vivir el proceso de búsqueda sin apoyo o acompañamiento.
“Tenemos que crear una cultura de participación, colaboración y solidaridad, tenemos que ser empáticos porque el tema de desaparición y desaparición forzada es una realidad del Estado mexicano y es algo que si no se hace visible no lograremos trabajarlo”, puntualizó.