En 1979, la Organización de las
Naciones Unidas estableció que el 16 de octubre de cada año se conmemoraría el
Día Mundial de la Alimentación; desde entonces hasta ahora, esta fecha ha sido
una importante oportunidad para reflexionar en torno a los retos que el mundo
enfrenta en su lucha contra el hambre, la cual constituye, junto con la
garantía de la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y la promoción
de la agricultura sostenible, uno de los 17 objetivos de la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible.
En efecto, 2030 es el año límite para
poner fin al hambre en el mundo, así como para asegurar que todas las personas,
particularmente las que viven en contextos de pobreza y vulnerabilidad, tengan
acceso a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
El reto es mayor, sobre todo si se
considera que de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política
de Desarrollo Social (CONEVAL) en México 1 de cada 5 personas son vulnerables
por carencia de acceso a la alimentación, es decir, 24.6 millones de mexicanos.
Por
pobreza, miles de guanajuatenses se quedan sin comer
De acuerdo con la Encuesta
Intercensal, 2015, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en
los tres meses previos al levantamiento de la encuesta, en 1 de cada 10 hogares
guanajuatenses (168,236) algún adulto sintió hambre, pero no comió por falta de
recursos; por la misma causa, en 2 de cada 10 (292,247) alguno comió menos de
lo que debería comer y en 3 de cada 10 (440,026) hubo adultos que tuvieron poca
variedad en sus alimentos.
Asimismo, en la entidad hay 944,796
hogares en los que vive algún niño, niña adolescente menor de 18 años, y en133,189 de ellos la
pobreza causó quealguno de estos menores de edad comiera menos de lo
que debería comer; en 72,182 alguno de ellos sintió hambre, pero no comió; y en
59,086 hubo alguno que comió sólo una vez al día o dejó de comer todo un día.
En su Encuesta Nacional de
Ingresos y Gastos de los Hogares 2016 (ENIGH), llevada a cabo un año después, INEGI realizó la misma pregunta en los
hogares en torno a las dificultades que tuvieron para satisfacer sus
necesidades alimentarias. Aunque ambos instrumentos se llevan a cabo con diferente
metodología y no son estrictamente comparables, es posible observar que el
porcentaje de hogares en esta situación fue mucho mayor en la ENIGH que en la
Intercensal, llegando incluso a duplicarse en algunos indicadores:
Ø Mientras
que la Encuesta Intercensal señala que en 11.81% (170,387) de los hogares en
Guanajuato algún adulto dejó de desayunar, comer o cenar, la ENIGH indica que fueron
210,746 hogares, es decir, 14.1%.
Ø Lo
mismo ocurrió con el número de hogares en los que la comida de los adultos
estuvo basada en muy poca variedad de alimentos, pues mientras los datos de la
Intercensal indican la existencia de 440,026 hogares (30.49%) con esta
característica, en la ENIGH se registran 476,443 hogares (31.8%).
Ø Mientras
que la Encuesta Intercensal señala que en 14.28% de los hogares de la entidad (134,
960) algún menor de 18 años tuvo que recibir menos comida, la ENIGH indica que
son 29.6% de hogares (146, 482) los que se encuentran en esta situación.
Ø Finalmente,
destaca que el porcentaje de hogares donde algún menor se acostó con hambre se
duplica de una encuesta a otra, al pasar de 7.21% (68,151) en la Intercensal, a
14.5% (71, 968) en la ENIGH.
Los municipios del hambre
El INEGI estima que el porcentaje
de hogares en Guanajuato en los que alguna persona comió sólo una vez al día o dejó
de comer todo un día por falta de recursos es de 9.5%; sin embargo, hay
municipios en los cuales se rebasa ese indicador.
Así, hay 16 municipios cuyo
porcentaje de hogares con adultos que no comieron o comieron una sola vez en el
día es mayor al estatal, y que en su conjunto concentran al 55.8% de hogares guanajuatenses
en esta situación.
El que registra la peor situación
es Pénjamo, donde 14.53% de los hogares presentan la característica señalada. Le
siguen:
·
Cuerámaro, con 12.77%
·
Santiago Maravatío, con 12.41
·
Acámbaro, con 11.73
·
Salvatierra, con 11.53%
·
Jaral del Progreso, con 11.18%
·
San Luis de la Paz, con 11.16%
·
Santa Cruz de Juventino Rosas, con
11.11%
·
Huanímaro, con 11.09%
·
León, con 11.05%
·
Dolores Hidalgo, con 10.86%
·
San Francisco del Rincón, con
10.49%
·
Tarandacuao, con 10.39%
·
Villagrán, con 10.25%
·
Valle de Santiago, con 9.89%
·
Romita, con 9.75%
Debe subrayarse que el porcentaje de
hogares de Guanajuato donde viven menores de 18 años que comieron sólo una vez
al día o dejaron de comer todo un día por falta de recursos es de 6.5%, y hay
también 16 municipios que superan ese porcentaje, siendo nuevamente Pénjamo,
Cuerámaro y Santiago Maravatío los que encabezan la lista, con 11.06%, 8.13% y
8.13%, respectivamente.
De la angustia de no comer a la muerte por desnutrición
Otro indicador importante es el relativo al número de
hogares en donde existe la inquietud de no poder comer por falta de dinero o
recursos. Al respecto, la ENIGH, 2016 revela que en 39.6% de los hogares de
Guanajuato (592,936) se tuvo la preocupación, en los
tres meses previos a la encuesta,de que la comida se acabara, mientras
que 10.4% (156,558) efectivamente se quedaron sin comida.
La falta de alimentos en el organismo
ocasiona daños en la salud, y puede provocar incluso la muerte por desnutrición.
Los Anuarios de Morbilidad de la Secretaría de Salud señalan que hubo 31,500
casos de personas con desnutrición leve, moderada o severa en Guanajuato entre los
años 2010 y 2016.
En el periodo señalado, fueron 25,986
los casos de desnutrición leve, es decir, un promedio de 3,712 personas cada
año; en segundo lugar, se encuentran los casos de desnutrición moderada, con 4,252
casos, un promedio de 607 por año. Los casos más extremos, los de desnutrición
severa, fueron 1,262 en el período, lo cual implica un promedio anual de 180 casos.
Además, de acuerdo con los registros de mortalidad del INEGI, en Guanajuato
fallecieron entre los años 2005 y 2015 más de 5 mil personas a causa de la
desnutrición, es decir, un promedio de 478 decesos anuales.
León es el municipio que más muertes por desnutrición registra para el
mismo periodo, con 1,309, seguido de Irapuato, con 469; Celaya, con 296;
Dolores Hidalgo, con 288; Salamanca, con 214; y Pénjamo, con 208. Estos seis
municipios concentran el 53% de las defunciones por esta causa.