España rechaza el diálogo en Cataluña mientras se hable de independencia

El llamado independentista de Cataluña no es una opción para el gobierno y la corona española. Mientras tanto, los partidos independentistas han convocado a un pleno parlamentario para el lunes en el que se podría producir la declaración de independencia.

El gobierno de Mariano Rajoy rechazó este miércoles el llamamiento del presidente independentista catalán Carles Puigdemont a la mediación mientras continúe amenazando con declarar la independencia. “Si el señor Puigdemont quiere hablar o negociar, o quiere enviar mediadores, sabe perfectamente lo que debe hacer antes: volver a la senda de la Ley, que nunca debió abandonar”, dijo un comunicado del gobierno.

Puigdemont había lamentado previamente que el rey de España hubiera ignorado “deliberadamente a millones de catalanes” soberanistas en su discurso solemne que pronunció la víspera y lo acusó de hacer suyo el discurso y las políticas del gobierno de Rajoy, “que han sido catastróficas en relación a Cataluña”.

En su mensaje a la nación del martes, el monarca de 49 años y en el trono desde 2014 se mostró duro con las autoridades catalanas que organizaron el referendo prohibido del domingo. Los acusó de “deslealtad” y de estar “totalmente al margen del derecho y de la democracia”, y aseveró que el Estado tiene la “responsabilidad” de “asegurar el orden constitucional”.

En lo que coinciden los analistas es en que el tono del discurso, sin concesiones al gobierno separatista catalán de Carles Puigdemont, allana el terreno a la aplicación de medidas contundentes. Una de esas medidas podría ser el artículo 155 de la Carta Magna, que permite intervenir la autonomía de una región si “no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan”.

El gobierno conservador de Mariano Rajoy advirtió este miércoles a Puigdemont que “no va a aceptar ningún chantaje” y le pide que “retire la amenaza de la ruptura”. Un poco antes Puigdemont reiteró su demanda de mediación internacional asegurando haber recibido “varias propuestas” que el gobierno no aceptó