Desde las fauces de Steven Spielberg

Para la mayoría de los artistas reconocidos, el éxito llegó en oleadas. Para el director Steven Spielberg, ha continuado, casi sin cesar, por alrededor de medio siglo. Pionero de la película taquillera del verano (empezando con Tiburón), él es, en este momento, el ideal de un director de Hollywood, con una carrera total de casi $10,000 millones de dólares en taquillas, alrededor de $3,000 millones de dólares más que su competidor más cercano. En un nuevo documental de HBO, Spielberg, dirigido por Susan Lacy, él revela un comienzo disparejo.

Casi se rindió después de ver Lawrence de Arabia.Spielberg empezó a hacer películas cuando tenía 13 años, pero casi renunció tres años después, después de ver la película épica de David Lean en 1962. “La meta era demasiado alta”, dice él en el documental. “Tuve una reacción muy profunda a Lawrence de Arabia”. En vez de rendirse, aprendió de la película, volviendo al cine múltiples veces, absorbiendo la mezcla maestra de Lean de visuales asombrosas e impacto emocional. Él decidió: “Esto iba a ser el resto de mi vida”.

Tras abandonar los estudios fue rechazado por la escuela de cine de la Universidad de California.Ello no lo detuvo. Aun cuando ha persistido una leyenda exagerada de que se metió a hurtadillas a los terrenos de Universal, halló una oficina vacía y le puso su nombre, él sí se metió a hurtadillas al terreno y en los sets para observar y educarse él mismo. Cuando Sid Sheinberg, presidente de Universal, vio un cortometraje que Spielberg había hecho, Amblin, él adoptó profesionalmente a Spielberg, dándole un contrato por siete años para dirigir programas de TV. “Tuve una sensación muy fuerte de que éste no era tu típico cineasta joven”, dice Sheinberg en el documental. Él defendió a Spielberg a lo largo de su carrera, dándole su primera gran oportunidad de dirigir, Tiburón, en 1975. En 1982, él compartió un libro titulado Schindler’s Ark, listo para ser adaptado. (La lista de Schindler le dio a Spielberg su primer Oscar a la dirección, en 1993; también ganó por mejor película.)

George Lucas pensaba que Spielberg era demasiado ostentoso. Spielberg fue considerado un prodigio cuando empezó a dirigir TV para Universal, pero algunos de los cineastas más duros y prometedores, como Lucas y Francis Ford Coppola, pensaban que era demasiado hollywoodense. Eso cambió en 1971, después de que Lucas renuentemente fue a ver la película debut del joven de 25 años, Reto a la muerte, una película de suspenso estelarizada por Dennis Weaver como un conductor aterrorizado por un camión enorme. Lucas, quien había esperado salirse después de 30 minutos, le dijo a Coppola: “Este tipo es asombroso. En verdad tienes que ver esta película”.

Tiburón casi acabó con la carrera de Spielberg. El horror no estaba solo en la pantalla: Spielberg casi fue enlatado cuando la película se retrasó y rebasó el presupuesto; durante la filmación, casi hubo ahogamientos, accidentes en los botes y un tiburón mecánico que falló, por lo que Spielberg se vio obligado a no filmarlo. Pero él aprendió que “lo que no ves por lo general asusta más que lo que sí ves”. En el documental, Spielberg recuerda que manejó por L.A. con el director Martin Scorsese la noche del estreno; al ver las largas filas extenderse cuadras enteras, él supo que tenía una carrera como cineasta. Tiburón se convertiría en la película más taquillera de todos los tiempos, hasta que La guerra de las galaxias se estrenó en 1977.

Aparte de Lucas, solo Spielberg creyó en La guerra de las galaxias. Los directores Spielberg, Lucas, Coppola, Scorsese y Brian de Palma se convirtieron en una pandilla muy unida, retándose y aconsejándose unos a otros. Juntos, revolucionarían la industria cinematográfica. Cuando Lucas terminó una maqueta temprana de La guerra de las galaxias, se la mostró al grupo. “Era básicamente una película infantil”, dice Lucas. “Steven fue la única persona que se entusiasmó con ella”. Pero fue De palma a quien se le ocurrió el icónico prólogo ascendente. Spielberg recuerda que De Palma “explotó” con Lucas por la falta de contenido de la película, luego sugirió empezar con un avance, para explicar “qué diablos estás viendo y por qué estás en el cine y cuál es la mitología”.

Los estudios inicialmente no estaban interesados en Indiana Jones. Buscando recuperarse de uno de sus pocos fracasos, 1941 de 1979, Spielberg saltó ante la oportunidad de dirigir el nuevo proyecto de Lucas, sobre un arqueólogo quien busca artefactos sobrenaturales. Pero la reputación de Spielberg de rebasar los presupuestos hizo que todos los estudios los rechazaran; algunos sugirieron que Lucas hallara otro director. Spielberg le prometió a su amigo que sería más económico y que haría dos secuelas si la película era un éxito. Lo fue, añadiendo tres películas taquilleras más para Spielberg y Lucas.

E.T. no comenzó como una película sobre un alienígena. “Iba a tratarse de cómo el divorcio afecta la niñez y cómo en cierta forma traumatiza a los niños”, dice Spielberg, quien era hijo de divorciados (un tema que explora en varias películas). “El tema general iba a tratarse de cómo llenar el corazón de un niño solitario”, dice él del éxito de 1982. “¿Qué evento extraordinario se requeriría para llenar el corazón de Elliott después de perder a su papá?” Finalmente, Spielberg se percató de que “se requeriría de algo tan extraordinario como un extraterrestre”.

Spielberg descubrió las imágenes generadas por computadora, más o menos. Kathleen Kennedy, productora de Parque jurásico, dice que Spielberg le dijo que quería dinosaurios de 30 pies de alto que pudieran correr y que los actores pudieran interactuar con ellos. Todos los expertos con quienes ella habló le dijeron que los dinosaurios no eran un problema, pero hacerlos correr sería imposible. Entran las imágenes generadas por computadora, a través de una compañía llamada Unix. Este es el futuro, pensó Spielberg después de una demostración. Y así fue.

Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek