La embajada rusa en Corea del Norte suele publicar fotografías de la vida en Pyongyang en sus canales de medios sociales. Pero lo que parecía otro álbum fotográfico de la vida en el país que gobierna Kim Jong Un, resultó ser un mensaje mucho más político.
Las 23 fotos subidas el miércoles en la página Facebook de la embajada rusa en la República Popular Democrática de Corea presuntamente ilustraban un post sobre las tradiciones nupciales norcoreanas.
Sin embargo, una postdata aclaró que la intención de la embajada al compartir las imágenes de parejas norcoreanas comunes era enviar un mensaje a todos –y tal vez, a una persona en particular-, a fin de reflexionar en el costo humano que tendría una confrontación militar.
“Si hubiera un conflicto militar aquí, estos ancianos, sus hijos y sus nietos, quienes nada tienen que ver con los misiles ni con los programas nucleares, serían las primeras víctimas. Las víctimas de la vanidad insaciable de políticos insensatos”, proclamaba la publicación Facebook.
El mensaje seguía la tónica de las declaraciones recientes del presidente ruso Vladimir Putin, en las cuales argumentó que las nuevas sanciones contra Corea del Norte no convencerían al régimen de renunciar al desarrollo de armamento nuclear. En vez de sanciones, Putin citó proyectos de infraestructura “económicamente beneficiosos” para la península coreana, los cuales podrían desarrollarse conjuntamente por Pyongyang y Seúl.
Pero al final, Rusia y el resto del Consejo de Seguridad ONU votaron, este lunes, a favor de una resolución presentada por Estados Unidos para imponer nuevas sanciones a Corea del Norte. Las sanciones introducen una prohibición para exportar textiles norcoreanos, el segundo sector exportador más grande del país, después del carbón y otros minerales, el cual fue objeto de una ronda previa de sanciones impuestas en agosto.
Las medidas también prohíben el suministro, la venta o la transferencia de todos los condensados y líquidos de gas natural; imponen un tope de dos millones de barriles anuales para productos refinados de petróleo; limitan las exportaciones de crudo a Corea del Norte a los niveles actuales; y congelan los activos de cuatro funcionarios norcoreanos de alto nivel, aunque no las de propio Kim Jong Un, como pretendía Estados Unidos inicialmente. Según información de Reuters, Estados Unidos también abandonó su propuesta de un embargo petrolero ante la presión de China y Rusia.
El martes, el presidente Donald Trump puso en duda la eficacia de la resolución, tildando las sanciones de “no gran cosa”, y “nada comparado con lo que tendrá que pasar, finalmente”.
Corea del Norte asegura que está desarrollando armas nucleares como un medio de autodefensa para “establecer un equilibrio práctico con Estados Unidos”, y prometió que los estadounidenses “pagarán el precio correspondiente” por imponer las sanciones.
Pyongyang interpretó las recientes sanciones, “más severas que nunca”, como otro intento estadounidense para privar al país de su “derecho legítimo de autodefensa y para sofocar completamente al Estado y a su pueblo”, declaró la Agencia Central de Noticias Coreana, el miércoles.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek