¿Alcohol en el embarazo?

¿Cuánto alcohol puede beber una mujer embarazada sin correr ningún riesgo? Es una pregunta que muchas mujeres embarazadas le hacen a su ginecoobstetra. Sin embargo, la verdad es que nadie está realmente seguro. En un nuevo estudio en el que se investigaron, una vez más, los efectos del consumo moderado de alcohol durante el embarazo se encontraron pocas pruebas que apoyen o desmientan los riesgos del bajo consumo de alcohol en el feto en desarrollo. Según los expertos, la incertidumbre y la posibilidad de provocar daños significan que es mejor no consumir ni una sola gota de alcohol sino hasta después de dar a luz.

En el nuevo estudio, que es un informe de acceso abierto publicado en línea enBMJ Open, se revisaron 26 estudios sobre los efectos del bajo consumo de alcohol a las 32 semanas o menos de embarazo. Los investigadores encontraron muy pocas pruebas para llegar a una conclusión definitiva sobre cuánto alcohol puede beber sin riesgos una mujer embarazada. Sin embargo, en el estudio se encontró que el bajo consumo de alcohol puede producir una reducción en el tamaño del producto en gestación, así como un nacimiento prematuro, dos rasgos que podrían generar otros problemas de salud más adelante en la vida del niño. Por esta razón, el equipo concluyó que las madres embarazadas deben mantenerse alejadas de cualquier cantidad de alcohol durante su embarazo.

“Debido al limitado número de estudios en los que se investiga el bajo consumo de alcohol, y debido a que se ha encontrado una relación entre esta cantidad de alcohol (hasta 32 gramos por semana) y dar a luz a un bebé de tamaño pequeño (en relación con su edad gestacional), aconsejamos a las mujeres que se abstengan de consumir alcohol durante su embarazo, según los lineamientos establecidos en el Reino Unido”, declaró a Newsweek en un correo electrónico Loubaba Mamluk, coautora del estudio.

Sin embargo, la cantidad sigue siendo un tema de debate. El consumo de grandes cantidades de alcohol no es aconsejable para nadie y puede ser especialmente peligroso para las mujeres embarazadas porque puede producir graves defectos al nacer, como el síndrome de alcoholismo fetal. La forma en que un consumo bajo de alcohol puede afectar al feto en desarrollo es menos clara. Algunos informes han sugerido que podría haber niveles “seguros” de consumo de alcohol durante el embarazo.

Por ejemplo, en un estudio realizado en 2013 por la Universidad de Bristol en el Reino Unido, y publicado también enBMJ Open,se dio seguimiento a 6,915 niños cuyas madres habían tenido un consumo de alcohol entre nulo y moderado durante su embarazo. En el análisis, que dio seguimiento a la salud de estos niños desde su nacimiento hasta los 10 años de edad, se concluyó que el consumo de ligero a moderado de alcohol durante el embarazo no tuvo “ningún efecto” en ninguno de los niños que participaron en la investigación. Los investigadores incluso encontraron que los niños cuyas madres habían bebido pequeñas cantidades de alcohol durante el embarazo habían tenido un mejor desarrollo que aquellos cuyas madres se habían abstenido completamente de beber.

Sin embargo, la mayoría de los expertos están de acuerdo en que un riesgo, aún pequeño, sigue siendo un riesgo cuando se trata de la salud de un niño.

El doctor Amos Grunebaum, jefe del área de labor de parto y alumbramiento del Hospital Presbiteriano de Nueva York y catedrático del Centro Médico Weill Cornell, quien no participó en este estudio, declaró a Newsweek que está completamente de acuerdo con los hallazgos de la investigación.

“No hay ninguna cantidad de alcohol que una mujer embarazada pueda beber sin riesgos debido a que cada persona es distinta”, declaró Grunebaum a Newsweek. “Lo único seguro es no consumir alcohol en absoluto”.

En cuanto a las otras investigaciones que sugieren que cantidades bajas de alcohol podrían no tener ningún efecto negativo en el embarazo, Grunebaum afirma que tales afirmaciones podrían ser un intento para hacer que el consumo de ciertas cantidades de alcohol se vuelva socialmente aceptable en algunos países.

“Existe un intento continuo, especialmente en Europa, de demostrar que está bien beber determinadas cantidades de alcohol durante el embarazo”, señala Grunebaum. “Algunas personas piensan que beber alcohol es algo normal, pero el consumo de esta sustancia, incluso en pequeñas cantidades, no hace ningún bien”.

A final de cuentas, el veredicto en relación con los efectos del bajo consumo de alcohol durante el embarazo sigue estando dividido. Y debido a la difícil naturaleza de los estudios sobre este tema, es posible que nunca lleguemos a saber dónde se encuentra la línea entre el consumo de alcohol seguro y el riesgoso durante el embarazo.

Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek