China ha realizado simulacros militares en respuesta a un ataque pocos días después de que Corea del Norte probó su arma nuclear más poderosa hasta la fecha y de que los Estados Unidos respondieron con sus propios ejercicios militares en la región.
Soldados fueron enviados el martes desde el centro de China a la costa noreste del mar de Bohai, cerca del mar Amarillo y de la bahía de Corea, para defenderse de un “ataque sorpresa” simulado, según el China Military Online.
Mientras Beijing presiona por una resolución pacífica ante el cercano enfrentamiento nuclear entre Kim Jong Un y el presidente Donald Trump, soldados chinos se apresuraron a disparar misiles y ametralladoras para mantener en pie al ejército permanente más grande del mundo.
“Las capacidades de respuesta rápida de los soldados y los niveles reales de combate han sido probados efectivamente”, dijo el informe, según Reuters.
Un batallón chino de defensa aérea disparó misiles desde un sistema de misiles tierra-aire montado en camión HQ-6 y desde sistemas de defensa aérea FN-6, mientras que otros soldados manejaron un cañón Gatling LD-2000 diseñado para disparar a blancos en el cielo.
El despliegue de la fuerza ocurrió sólo un día después de que otros cadetes chinos llevaron a cabo otro simulacro en la provincia central de Hubei, en China.
Al igual que otros importantes poderes en la ONU, China se ha frustrado con el programa de armas nucleares de Corea del Norte. A pesar de la alianza tradicional entre los dos vecinos, China ha censurado a Corea del Norte por sus ambiciones nucleares en el pasado e incluso ha apoyado las sanciones dirigidas por Estados Unidos contra el gobierno de Kim.
Pero el presidente chino, Xi Jinping, ha estado en silencio desde que Corea del Norte probó lo que se cree fue su primera bomba de hidrógeno. La explosión masiva fue más poderosa que las cinco pruebas anteriores de Corea del Norte y se produjo alrededor de dos meses después de que Corea del Norte probó su primer misil balístico intercontinental (ICBM).
Trump, por su parte, respondió prometiendo incrementar el apoyo militar a naciones amigas de la región, como Japón y Corea del Sur, que realizaron de inmediato simulacros balísticos. Las anteriores respuestas militares de la Casa Blanca a los exámenes ICBM de Corea del Norte preocupan a China de que el conflicto pueda estallar en una guerra total.
“Quisiera decir que la situación actual en la Península Coreana sigue siendo muy compleja y sensible, y esperamos que las partes pertinentes puedan hacer esfuerzos para prevenir la escalada de la situación”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Geng Shuang, sobre la decisión de Trump de permitir que Corea del Sur compre más ojivas estadounidenses.
La presencia militar estadounidense en Asia y el Pacífico también ha sido un tema sensible para China, porque Washington está desafiando las vastas reivindicaciones territoriales de Beijing en los mares del sur de China y de China Oriental.
Fan Changlong, un vicepresidente de la Comisión Militar Central de China, dijo que la “confianza mutua” entre los EE.UU. y China había sido dañada debido a la instalación de las defensas antimisiles en Corea del Sur, el espionaje con respecto a las fuerzas armadas de China, la constante actividad en las vías navegables de China y el respaldo de Washington al gobierno rival de Beijing en Taiwán.
El presidente ruso, Vladimir Putin, también ha criticado el enfoque de Trump hacia Corea del Norte y se ha acercado a China para trabajar juntos para abrir un diálogo con su vecino recluido y militarizado.
Mientras Xi no abordó la cuestión de Corea del Norte durante sus declaraciones en la reunión del martes del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en Xiamen, China, Putin dijo que él y Xi podrían “ofrecer de una manera genuina un plan para desactivar las tensiones y un acuerdo paso a paso”, según The Associated Press.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek