Logran independencia mujeres maquiladoras

El interés emprendedor de Irene coincidió
con los deseos de crecimiento de Dora y Rosa, dos trabajadoras de la maquila
con sueños que no parecían poder cumplirse en las empresas para las que
trabajaban.

Fue en septiembre del 2014 cuando
por primera vez, Irene Cervantes Cruz les propuso asociarse a su hermana Rosa y
a Dora Mendoza López quienes arriesgaron la “estabilidad” de sus empleos para
volverse microempresarias.

Para Dora, trabajar en la maquila
le trajo muchos conocimientos y experiencia, sin embargo también era un espacio
donde vivía acoso laboral, no conocía sus derechos y por eso los patrones
violentaban muchos de ellos sin tener consecuencia alguna.

A los cinco
meses de empezar con su taller de costura, Irene y Rosa dejaron su trabajo en
la maquila para dedicarse de lleno a su negocio. Empezaron con tres máquinas usadas
y ahora ya tienen nueve máquinas.

El comienzo fue muy
difícil, la maquila es un trabajo laborioso en el que hay que ser muy constantes,
pero para su fortuna, ellas lo han sido y eso les ha permitido ir cumpliendo
las metas planteadas en estos años; eso les ha traído estabilidad.

“La etapa fue
muy difícil, se pasan hambres, se pasan necesidades, pero yo creo que cuando se
toma la decisión firme, luchas no para volverte a caer, sino para ver cómo te
puedes levantar”, reconoció Dora.

Para Irene, por
lo pronto, lo peor ya lo pasaron y ahorita están muy contentas de haber logrado
lo que llevan. Empezaron de cero, no tenían capital ni equipamiento, cada quien
era trabajadora y vivían al día.

Cuando empezaron
a buscar la forma para registrarse, crecer e irse estableciendo se dieron
cuenta que en realidad hay muchos programas de apoyo de gobierno, pero no se
les da la difusión adecuada o en su caso los requisitos son muy complejos y no
todas tienen las posibilidades de cumplir.

“No nos
facilitaban mucho las cosas porque nos pedían muchos requisitos, ya tiene que
estar establecida con tantos años, tienes que tener tanto de capital, ya tenían
sus requisitos y ahí no entrabamos nosotros… la mayoría de las respuestas son
no”.

Mientras Irene
se encarga de la parte fiscal, contable, administrativa y de ventas, Dora y
Rosa trabajan desde sus máquinas para sacar un pedido por semana.

En el 2014, empezaron
a trabajar delanteros de camisa, con Roberto Pasillas Padilla y a lo largo de
estos tres años han tenido alrededor de cinco clientes. Ahora están trabajando
principalmente con Gontex que fabrica ropa para niñas, niños y bebés.

Aunque en
realidad en el taller de Irene, Rosa y Dora lo mismo elaboran uniformes que
ropa moderna, playeras, pantalones, pants e incluso pedidos especiales principalmente
de uniformes de trabajo, médicos y deportivos.

Las tres están
muy contentas, su sonrisa las delata, aunque cada una tiene su propia manera
para expresarlo.

Dora:

“Yo estoy bien
contenta, tengo mucha habilidad, mucho conocimiento, son 24 años de experiencia
y siempre trabajando para alguien”. A ella le apasiona todo lo relacionado con
la costura.

Rosa

“Con gusto y
todo, porque no sé mucho de confección, ella (Dora) es la que me ha enseñado,
me dio mucho gusto haberme salido para emprender algo nuevo, quería ser independiente
y lo encontré aquí”. Al momento de salirse de la maquila tenía 15 años de
experiencia.

Irene

La idea empresarial
surgió de ella y ahora se siente muy contenta de haber encontrado un lugar donde
desarrollar sus habilidades. “Y yo qué, para que soy buena, aquí he descubierto
que sí tengo habilidad no nada más en el cerebro, sino también en las manos”.

Su microempresa
se llama CMA Textil de Aguascalientes, su sede es la casa de Dora que convirtió
su sala en centro de trabajo. Por lo regular laboran entre seis y nueve horas
diarias, descansan los fines de semana, aunque al principio y en las temporadas
altas trabajaban de lunes a domingo.

El año pasado
pudieron generar empleos para madres solteras e incluso personas de la tercera
edad a quienes les pagan a las personas dependiendo de lo que pueden hacer y
más adelante planean ofrecer empleo para estos sectores de la población. Aunque
por lo pronto son ellas tres y una mujer más de apoyo.

Este año es cuando
ya se sienten más encaminadas, con una estabilidad económica, ya saben cómo
invertir y hacer crecer el poco capital que van obteniendo y cumplir las
expectativas de todas las socias.

Uno de sus
principales objetivos a cumplir antes de concluir este año es hacer un catálogo
con sus propios productos y empezar a colocarlo entre los clientes, además de
abrir su mercado fuera del estado e incursionar en la maquila de mezclilla que
es la que más utilidades les deja.