Protesta en silencio

Playas de Rosarito.- Sin gritos, un pequeño grupo de familiares y colegas de Luciano Rivera, director de la revista Dictamen B.C., salió a la calle el 10 de agosto a protestar por su asesinato. Las autoridades sostienen que lo mataron por un pleito de cantina el 31 de julio. Algunos reporteros exigen se investigue el ejercicio periodístico como móvil del crimen. Independientemente de las causas, Luciano se sumó a la lista de víctimas que este año marcará un nuevo récord en Baja California. Tijuana rompió su máximo histórico de homicidios en 2016 y este año ya lo superó. En Rosarito se duplicaron. La pugna es entre pandillas vendedoras de drogas pero empieza entre los cárteles que trafican y las abastecen. Diversas autoridades han anunciado operativos de emergencia, una cruzada contra la inseguridad, la incorporación del ejército y hasta el gabinete nacional de seguridad sesionó en la frontera buscando detener la violencia. Pero el crimen no para. Alcanzó a la prensa, aunque han asesinado a médicos, abogados, taqueros, e incluso niños. Las promesas hacen ruido porque al final son letra muerta.