México encabeza la lista de países del continente americano con alto índice de impunidad, seguido de Perú, Venezuela, Brasil, Colombia, Nicaragua, Paraguay, Honduras y El Salvador, de acuerdo con el Índice Global de Impunidad de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
“El problema de la impunidad en México es funcional y estructural, no nació con el actual gobierno, sin embargo, se observa un aumento crítico en las estadísticas delictivas. Esto podría deteriorar futuras mediciones de la impunidad. De igual forma, las graves violaciones a los derechos humanos representan un factor crítico para entender los altos grados de impunidad que caracterizan al caso mexicano”, dice el informe presentado este día.
El estudio analiza y compara la información relacionada con los indicadores en materia de seguridad, justicia y derechos humanos. Los resultados posicionan a México en cuarto lugar a nivel mundial con un índice de impunidad de 69.21 puntos.
Los 13 países con muy alta impunidad son Filipinas, con 75.6 puntos; India, con 70.94; Camerún, 69.39; México, con 69.21; Perú, 69.04; Venezuela, 67.24; Brasil, 66.72; Colombia, 66.57; Nicaragua, 66.34; Federación de Rusia, 65.49; Paraguay, 65.38; Honduras, 65.04; y El Salvador con 65.03 puntos.
En contraste, las naciones con el menor índice de impunidad fueron Croacia, con 36.01 puntos; Bulgaria, 37.19; Eslovenia, 37.23; Suecia, 39.15; Noruega, 40.90; Montenegro, 42.13; República Checa, 42.83; Grecia, 44.56; Alemania, 45.10; y Países Bajos con 45.31 puntos.
El reporte alerta las deficiencias en el sistema de justicia pues necesita contar con más jueces para mejorar la impartición de justicia; no así en el sistema de seguridad que alcanza niveles por encima de la media mundial en cuanto al número de policías.
El estudio “estima una proporción promedio de los países de 16.23 jueces por cada cien mil habitantes”. México por el contrario “cuenta con 4.2 jueces por cada cien mil habitantes, cifra muy por debajo del promedio global”.
En cuanto a la funcionalidad del sistema de justicia hay deficiencias pues el 43 por ciento de la población detenida no ha recibido sentencia.
Por otra parte, la estructura del sistema de seguridad cuenta con 359 policías por cada cien mil habitantes, cifra por encima del promedio global que es de 319 por cada cien mil habitantes.
El reporte indica que en lugar de aumentar el número de policías, se debe garantizar la efectividad de sus acciones, sobre todo en materia de prevención, inteligencia e integración de la información de las carpetas de investigación.
Asimismo precisa que el nuevo sistema de justicia penal acusatorio no genera por sí mismo un aumento en la impunidad, sino que “es generada por los sistemas de seguridad locales y federales mal preparados y con deficiente funcionamiento, así como un sistema de justicia colapsado y ajeno a la rendición de cuentas externo”.