Zealandia: los científicos buscan explorar el continente perdido

En febrero, científicos anunciaron que hay un octavo continente sumergido bajo el océano, y su nombre es Zealandia. En un ensayo publicado por la Sociedad Geológica de América (GSA, por sus siglas en inglés), el equipo de científicos llamó al área “el continente oculto de la Tierra” y sugirió que identificarlo como tal nos ayudará a representar a nuestro planeta y mejorar nuestro entendimiento de su historia y los procesos que la impulsaron.

Ahora, un equipo de científicos del Programa Internacional de Descubrimiento Oceánico estudiará Zealandia mediante perforar parte de la masa de 2 millones de millas cuadradas de corteza continental. Se separó de Australia hace alrededor de 80 millones de años y se hundió; ahora, 95 por ciento de él está sumergido debajo del Océano Pacífico. La expedición de dos meses, llevada a cabo por 30 científicos de una docena de países, levará anclar el 27 de julio. Los investigadores planean perforar en seis diferentes lugares, recogiendo muestras de sedimentos a más de 1,000 pes en el lecho marino. Ello permitirá analizar la evidencia fósil con el fin de hacer un registro de cómo Zealandia cambió con el tiempo.

Mucha masa de tierra que se hundió en el mar: suena como la Atlántida, y los científicos están de acuerdo. “Es una Atlántida, pero para dinosaurios”, dice Stephen Pekar, profesor de ciencias de la Tierra y medioambientales en el Colegio de Queens, Universidad de la Ciudad de Nueva York, quien estará a bordo del buque perforadorJOIDES Resolution durante todo lo que dure la misión. Pekar explica que Zealandia se hundió en la época de los dinosaurios, “pero luego, por alguna razón, empezó a subir hace alrededor de 50 millones de años. Y luego empezó a hundirse de nuevo”.

Un mapa detallado de la Expedición 371 del PIDO a Zealandia.

La idea de Zealandia se propuso por primera vez hace más de 20 años. Por décadas, los científicos han argumentado a favor de que Zealandia sea reconocido como continente. El ensayo de la GSA lo definió claramente como tal, mostrando cómo cumplió los criterios para ser clasificado como continente. Nueva Zelanda y las islas que la rodean están hechas de montañas de una masa de tierra perdida, elevándose por encima del nivel del mar.

“Si nos remontamos muy atrás, alrededor de 100 millones de años, Antártida, Australia y Zealandia eran un solo continente”, dijo en una declaración Gerald Dickens, codirector científico de la expedición del PIDO.

Jamie Allan, director de programas de la Fundación Nacional de Ciencias, la cual ayuda a financiar el proyecto, dijo: “Alrededor de 50 millones de años atrás, sucedió un cambio enorme en el movimiento de placas en el océano Pacífico. Resultó en el hundimiento de la Placa Pacífica debajo de Nueva Zelanda, el surgimiento de Nueva Zelanda por encima del nivel del agua y el desarrollo de un nuevo arco de volcanes. Esta expedición buscará el momento y las causas de estos cambios así como cambios relacionados en los patrones de circulación oceánica, y finalmente el clima de la Tierra”.

Pekar explica que el análisis de los científicos de estos sedimentos antiguos les permitirá reconstruir el clima en ese momento de la historia. Ello es importante, ya que alrededor de la fecha en que Zealandia empezó a hundirse por segunda vez, la atmósfera tenía un nivel de dióxido de carbono pero la Tierra era mucho, mucho más caliente. Un entendimiento mejor de la relación entre las concentraciones de dióxido de carbono y las temperaturas mundiales puede ayudar a refinar nuestros modelos más adelante. “Me gusta pensar esto como si viéramos atrás hacia el futuro”, dice Pekar.

Entender cómo esa área cambió al paso de millones de años ayudará a responder preguntas fundamentales sobre nuestro planeta, incluido cómo evolucionó el clima en los últimos 60 millones de años. Como el continente quedó fuera de la mayoría de los modelos climáticos, incluirlo podría ayudar a abordar algunas de las discrepancias en la historia climática de la Tierra. “Es una pieza faltante del rompecabezas”, dice Pekar.

“Cuando la comunidad hace modelos climáticos para la Época Eocénica [hace 56 a 33.9 millones de años], ésta es el área que causa consternación, y no estamos seguros de por qué”, dijo Dickens. “Podría ser porque tuvimos continentes que eran mucho más superficiales de lo que pensábamos. O podríamos tener bien los continentes, pero en la altitud errónea. Los centros nos ayudarán a descifrar eso”.

Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek