Más de 40 muertos por atentados en Egipto

Dos atentados con bomba reivindicados por el grupo yihadista
Estado Islámico (EI) causaron al menos 43 muertos y decenas de heridos en dos
iglesias coptas en Egipto, en los más sangrientos ataques de los últimos años
contra la minoría cristiana de este país.

Un kamikaze perpetró el ataque contra una iglesia de
Alejandría (norte) en el que murieron 16 personas y 41 resultaron heridas,
según un último balance actualizado del ministerio de Salud. El individuo, que
llevaba un cinturón de explosivos, se hizo estallar después de que la policía
le impidiera entrar en la iglesia de San Marcos, indicó el ministerio del
Interior.

El papa copto Teodoro II, que había asistido a las
celebraciones del Domingo de Ramos en esa misma iglesia por la mañana, abandonó
el templo antes de la explosión, según informó su secretario personal.

Horas antes, un primer atentado dejó 27 muertos y 78 heridos
en la iglesia Mar Girgis de Tanta, a 120 kilómetros al norte de El Cairo,
en el delta del Nilo.

Ese ataque se produjo sobre las 10 horas en el
interior de la iglesia, “en las primeras filas, cerca del altar, durante
la misa”, precisó a la AFP el general Tarek Atiya, adjunto del ministro
del Interior encargado de las relaciones con la prensa.

El balance de víctimas empeoró rápidamente, pasando de los
13 muertos anunciados en un primer momento a 27 muertos y 78 heridos, según el
ministerio de Salud.

Los servicios de seguridad inspeccionaron los alrededores
del templo para asegurarse de que no hubiera más artefactos explosivos, dijo el
general Ahmad Deif, gobernador de Gharbia -cuya capital es Tanta- a la
televisión Nile News.

Según él, todavía se desconocía la naturaleza del atentado.
“O bien fue una bomba situada en el interior de la iglesia, o alguien se
hizo explotar”, indicó.

Unas imágenes difundidas por el canal de televisión privado
Extra News mostraban el suelo y las paredes blancas de la iglesia cubiertos de
sangre, así como bancos de madera destrozados.

El EI reivindicó ambos atentados a primera hora de la tarde,
meses después de que su rama siria llamara a atacar a “los infieles o
apóstatas en Egipto y en todas partes”, una forma de señalar a la
comunidad copta.

Ataques sangrientos

Las explosiones de este domingo ocurrieron algunos días antes
de una visita del papa a Egipto, los próximos 28 y 29 de abril. “A mi
querido hermano, su santidad el papa Teodoro II, a la iglesia copta y a toda la
querida nación egipcia expreso mi profundo pesar”, dijo el papa Francisco
durante la oración del Ángelus tras enterarse de lo ocurrido.

El primer ministro Sherif Ismail condenó el atentado de
Tanta e insistió en “la determinación del Estado a erradicar semejantes
actos terroristas y eliminar de raíz al terrorismo”.

El jefe de seguridad de la provincia de Gharbia fue
remplazado por el ministro de Interior, Magdy Abdel Ghaffar.

Al Azhar, la prestigiosa institución del islam sunita con
sede en El Cairo, también condenó ese ataque. “El objetivo de este cobarde
ataque terrorista es atentar contra la seguridad y la estabilidad de nuestro
Egipto, y la unidad del pueblo egipcio, lo cual exige que todos los integrantes
de la sociedad permanezcan unidos”, aseguró.

El 11 de diciembre, un kamikaze del EI mató a 29 personas en
la iglesia copta de San Pedro y San Pablo en El Cairo.

Con el atentado de El Cairo, se multiplicaron los
llamamientos a endurecer la lucha contra el movimiento yihadista en Egipto,
sobre todo en el Sinaí donde llevó a cabo una serie de ataques sangrientos contra
las fuerzas de seguridad.

El ejército egipcio anunció el 2 de abril que había matado
en un bombardeo a Abu Anas al Ansari, uno de los miembros fundadores de la rama
local del EI, Ansar Beit al Maqdes.

Ese grupo había reivindicado un atentado con bomba contra un
avión ruso que se estrelló el 31 de octubre de 2015 con 224 personas a bordo,
tras despegar de la ciudad balnearia egipcia de Sharm el Sheij.

Los coptos ortodoxos de Egipto representan la comunidad
cristiana más numerosa de Oriente Medio y una de las más antiguas. Sus miembros
dicen ser víctimas de discriminaciones en todo el país por parte de las
autoridades y la mayoría musulmana.