La música no puede detener una guerra pero sí evitar que comience, señaló el violinista libanés, Ara Malikian, en su
visita a Aguascalientes para una clase con niños de diversas orquestas.
“Sabemos que la música tiene muchos
poderes sobre el ser humano. Por desgracia la música no tiene el poder de parar
las guerras, pero sí que tiene el poder de transformar a los seres humanos,
transformar el alma, hacer seres más sensibles, seres más respetuosos y eso,
obviamente, es muy importante. Si uno llega a transformar estas personas que se
dedican a perder el respeto a los demás y a hacer guerras, y a través del arte
pueden ser seres más sensibles y respetuosos, quizás podemos parar las
guerras”, comentó en entrevista previa a su encuentro con los niños músicos.
Malikian, quien vivió en refugios
antiaéreos durante la guerra civil de su país, consideró que junto con la
música, la educación puede ser el camino para la paz.
“Cuando en un país los niños no tienen
acceso a la educación, no tienen acceso a aprender, eso es un gran problema.
Ningún niño debe quedarse sin educación. Pera la sociedad, para el futuro de
cualquier país, es lo más importante que los niños tengan educación (…) Ya
han tenido contacto con la música y eso les ha aportado muchísimo. Y yo creo
que para la sociedad, estos niños que crecerán haciendo música serán seres
mucho más sensibles, más respetuosos y eso solo puede beneficiar a la
sociedad”, sostuvo.
En ese sentido, celebró la iniciativa
Proyecto Habesha de ayudar a que jóvenes Sirios refugiados vengan a continuar
sus estudios en México.
“Sería maravilloso, yo creo que cualquier
manera de educarles, ya sea a través de la música, mientras sea educación, es
bienvenido, es lo que los niños necesitan”.