Navidad en la Casa Blanca

El presidente Barack Obama y su esposa Michelle enviaron ayer su último mensaje de Navidad desde la Casa Blanca, subrayando los valores que unen a los estadounidenses, cualquiera sea la fe.

“La idea de que somos los guardianes de nuestros hermanos y hermanas, de que debemos tratar a los otros como nos gustaría que nos traten”, destacó la primera dama.

“Esos son los valores que ayudan a guiar a mi familia en la fe cristiana, pero también a los estadounidenses judíos, musulmanes, ateos y de todos los orígenes”, agregó el presidente.

Este octavo y último mensaje de Navidad de la pareja Obama se da cuando Estados Unidos está particularmente dividida, tras una campaña presidencial áspera que concluyó con la elección del multimillonario republicano Donald Trump.

El video del último mensaje navideño del matrimonio Obama, grabado en la Casa Blanca, mostró a la pareja presidencial divertida y cómplice, e incluyó imágenes de su primer saludo en 2009, durante el que el mandatario no pudo evitar reírse cuando Michelle tomó la palabra.

Obama también aprovechó esta ocasión para subrayar lo que logró durante sus dos mandatos como presidente de Estados Unidos, asegurando que el país es mucho más fuerte hoy que cuando ganó los comicios de 2008.

“Juntos logramos enderezarnos de la peor recesión en 80 años y redujimos el desempleo a su nivel más bajo en los últimos nueve años”, insistió.

“Hicimos que Estados Unidos sea más respetado hoy en el mundo, aseguramos el liderazgo del combate por el planeta que dejaremos a nuestros hijos y mucho, mucho más”, relató el presidente estadounidense, que pasará el mando a Donald Trump el 20 de enero.

Como es costumbre, la pareja envió un saluda a los militares estadounidenses desplegados en el mundo y a sus familiares.

Regalo de Navidad

Antes de irse de la presidencia, Obama limó asperezas con Japón por los históricos ataques de Pearl Harbor.

Siete meses después de que Barack Obama visitara Hiroshima, la ciudad donde Estados Unidos lanzó una bomba nuclear al final de la II Guerra Mundial, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, acude a Pearl Harbor, cuyo ataque provocó el involucramiento de Washington en el conflicto bélico.

Abe viaja a Pearl Harbor, en Hawái, donde él y Obama esperan poner de relieve la alianza entre ambos países, 75 años después del sorpresivo ataque japonés a esa base naval estadounidense.

Los dos líderes se reunirán el martes en la capital del estado de Hawái, Honolulu, en la isla O’ahu, una de las islas del archipiélago que se halla en medio del Pacífico.

Abe y Obama visitarán los restos del “USS Arizona”, en el que murieron 1177 marineros y Marines. Los aún visibles restos oxidados del barco son ahora un memorial.

El 7 de diciembre de 1941 el general japonés Isoroku Yamamoto lanzó un devastador ataque contra una hilera de barcos de guerra estadounidense, en el que hundió o dañó severamente a ocho.

La ofensiva, que duró dos horas, mató a 2403 estadounidenses e hirió a 1100.

Al igual que cuando Obama visitó Hiroshima, el propósito de la gira de Abe no es cuestionar las decisiones que se tomaron hace 75 años ni pedir disculpas, sino más bien rendir homenaje a los muertos y estimular la reflexión histórica.