Trump y Putin buscan aumentar sus capacidades nucleares

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario ruso Vladimir Putin manifestaron este jueves, por separado, su interés por aumentar la capacidad nuclear de sus países.

“Estados Unidos debe reforzar en gran medida y expandir sus capacidades nucleares hasta que el mundo entre en razón respecto a las armas nucleares”, escribió esta mañana Trump mediante su cuenta de Twitter.

Trump se reunió con su elegido para ser asesor de seguridad nacional, el exgeneral Michael Flynn, y con altos ejecutivos de Boeing y Lockheed Martin, el mayor proveedor de armamento militar para el gobierno de EE. UU.

En la próxima década, los submarinos con misiles balísticos, aviones bombarderos y misiles de tierra llegarán al final de su vida útil, reporta Reuters.

Se espera que el mantenimiento y la modernización del arsenal cueste alrededor de un billón de dólares por 30 años, según estimaciones independientes de la agencia.

El presidente ruso fijo a su vez las prioridades de su ejército para 2017, recalcando la necesidad de aumentar la capacidad nuclear de su país y la vigilancia en sus fronteras.

“Hay que reforzar la capacidad militar de las fuerzas nucleares estratégicas, sobre todo con la ayuda de sistemas de misiles capaces de atravesar sistemas de defensa antimisiles existentes o futuros”, dijo Putin ante cientos de oficiales de sus ejércitos.

El jefe de Estado hizo estas declaraciones tras un año en el que su aviación ha sido clave para facilitar los avances del régimen de Bashar al Asad en Siria, y a pocas semanas de que Donald Trump acceda a la Casa Blanca.

Moscú espera la investidura de Trump el 20 de enero para rebajar las tensiones que mantuvo con la administración de Barack Obama en los dos últimos años, a causa de los conflictos de Ucrania y Siria.

Rusia se muestra preocupada por la instalación en Rumanía y en Polonia de elementos del escudo antimisiles estadounidense, que Moscú denuncia como un intento de reducir su capacidad de disuasión nuclear.

Unas acusaciones desmentidas por Washington, que asegura que el escudo trata de proteger Europa ante una posible amenaza iraní.