México, el país “más mortífero” para periodistas en América: RSF

Reporteros Sin Fronteras publicó su balance de periodistas asesinados en el mundo en 2016. De acuerdo con la organización, México es el país “en paz” más mortífero en América Latina para los periodistas este año, y el tercero a nivel mundial, con nueve periodistas asesinados.

El país en el que gobierna Enrique Peña Nieto se encuentra detrás de Siria e Irak, con 19 y 10 muertes de comunicadores respectivamente.

“Dos tercios de los periodistas asesinados este año se encontraban en zonas de conflicto; en 2015 sucedió lo contrario: numerosos periodistas fueron asesinados en países que estaban “en paz”. Fue el caso del ataque a Charlie Hebdo, en París. Sin embargo, existen países “en paz” que pueden ser verdaderos infiernos para los periodistas, como ocurre en México. Este año ha sido el país más mortífero para los periodistas profesionales, que sufren a la vez la violencia de los cárteles, de la policía y de las autoridades, en extremo corruptas”, señala el balance.

“En 2016, cerca de tres cuartas partes de los periodistas que perdieron la vida fueron tomados como blanco y asesinados deliberadamente. Fue el caso de Afganistán, donde 10 periodistas fueron asesinados de forma intencional este año debido a su profesión”, asegura RSF.

En todo el mundo en 2016 fueron asesinados 74 periodistas de los cuales 57 eran periodistas profesionales, 9 periodistas ciudadanos y 8 colaboradores en medios.

De esta cifra, 53 periodistas fueron asesinados deliberadamente o tomados como objetivos, y 21, durante el ejercicio de su profesión.

El balance registró un descenso de 15 por ciento en los homicidios de periodistas profesionales, en comparación con 2015; sin embargo, se debe a que “los periodistas no tuvieron otra opción que huir de los países que se han vuelto demasiado peligrosos: Siria, Irak, Libia, Yemen, Afganistán y Burundi”, indica Reporteros Sin Fronteras.

“Este exilio masivo ha creado agujeros negros de la información, donde reina la impunidad”, añade.

“RSF denuncia la impunidad de la que gozan sus asesinos y la pasividad cómplice de los gobiernos, que muy a menudo también tienden a pisotear la libertad de prensa”, señala el informe publicado en su sitio web.