La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) aceptó reducir su producción diaria de crudo en 1.2 millones de barriles, revelaron fuentes oficiales en el marco de su 171 Conferencia Ministerial.
“La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) aceptó este miércoles un trato para reducir las cuotas, conforme a un acuerdo que el grupo alcanzó en Argel en septiembre pasado”, revelaron fuentes cercanas al encuentro, según un reporte del sitio Bloomberg.
Conforme a lo establecido en la reunión en Argel, el cártel petrolero recortará su producción hasta los 32.5 millones de barriles diarios (mbd), 1.2 mbd menos en relación a sus niveles actuales de producción de 33.7 mbd.
El recorte será anunciado de manera oficial este mismo miércoles al cierre de la 171 Conferencia de los ministro de Energía de los países de la OPEP y de que se defina la cantidad de crudo que recortará cada miembro.
Después de semanas de negociaciones a menudo tensas, Arabia Saudita, el mayor productor de crudo mudial, logró superar sus diferencia sobre las cuotas que Irán y la vecina Irak aportarán a la producción diaria del cártel petrolero.
Precios a la alza
Los precios del petróleo se dispararon este miércoles ante la perspectiva del acuerdo para limitar la producción y estimular los precios.
El precio del barril de Brent se disparó ganando casi cuatro dólares y superando los 50, mientras el WTI subía un poco más de tres, hasta 48.82 dólares, su precio más alto en una semana.
También Venezuela quiso ver “señales muy positivas” antes de la reunión, según el ministro del Petróleo, Eulogio del Pino. “Esto no sólo es para los países productores, sino también para la economía mundial”, aseguró.
La OPEP intentó por todos los medios llegar a un acuerdo de recorte -el primero en ocho años– para hacer frente a la caída del crudo, ahora en menos de 50 dólares el barril cuando hace dos años todavía llegaba a los 100.
En las últimas horas, Arabia Saudí ha intentado limar diferencias con Irán e Irak, los miembros del cártel más reticentes a reducir o congelar su producción, y el ministro Falih aseguró en un guiño a sus socios que la repartición de los recortes entre países se haría “de manera equitativa”.
En septiembre, los miembros de la OPEP llegaron a un preacuerdo en Argel para limitar la producción hasta un nivel situado entre 32.5 y 33 millones de barriles diarios (mbd).
También acordaron buscar un entendimiento con otros grandes productores no miembros, entre ellos Rusia.
Pero Riad exige que cualquier decisión para reducir la producción incluya a Irán e Irak.
Tanto Teherán como Bagdad son reacios a recortar, en el primer caso porque el país quiere recuperar su nivel de producción tras años de sanciones internacionales y en el segundo porque necesita los recursos petroleros para su lucha contra los yihadistas.
“Hoy soy optimista, mucho más optimista”, dijo Abhishek Deshpande, un analista de Natixis Bank. “Una vez Irán haya acordado una cifra con Arabia Saudí, Irak también aceptará”, aseguró.
“Irán está jugando bien sus cartas (…) Sabe perfectamente que Arabia Saudí necesita desesperadamente precios más altos a pesar de que disimulen”, apunta por su parte Fawad Razaqzada, un analista de Forex.com.
En caso de fracaso, los observadores más pesimistas vaticinan un barril a 40 o incluso a 30 dólares.
También el canciller de Ecuador, Guillaume Long advirtió que “si no hacemos algo ahora, en dos o tres años habría una desinversión tal [en infraestructuras petroleras] que tendríamos otra vez los picos que tuvimos hace algunos años”.
También sería un duro golpe para la OPEP, una organización nacida en 1960 que produce un tercio del crudo mundial pero que ha ido perdiendo influencia en los últimos años en el mercado mundial del petróleo.
La otra pieza del rompecabezas es Rusia, cuya participación, como la de otros países fuera de la OPEP, en el esfuerzo de reducción de la producción es vital para lograr el objetivo de estimular precios.