Un operativo de revisión de rutina implementado por la Fuerza Civil de Nuevo León la madrugada de este miércoles ocasionó un nuevo enfrentamiento entre policías y reos en el penal de Topo Chico, ubicado en Monterrey.
Esta mañana, alrededor de las 07:30 horas locales comenzaron a abandonar el penal regiomontano los elementos de la policía y agentes ministeriales que participaron en el operatvo, quienes portaban su equipo de antimotines, según reportes del diario regiomontano El Norte, que da a conocer que el operativo habría iniciado a las 05:30 horas de la mañana de este jueves, y tras dos horas y media, decenas de elementos salieron del centro penitenciario, de los cuales, al menos 20 de ellos fueron golpeados por los reclusos.
Sin embargo, familiares de reclusos aseguran que el operativo habría comenzado la noche del miércoles, quienes señalaron que la revisión se extendió hasta la mañana de este jueves.
Según versiones no oficiales indicadas por el diario, al menos cinco fueron internados en un hospital público de Monterrey, uno de ellos con probable fractura en una de sus piernas.
La información cita a una fuente allegada a Fuerza Civil, misma que “minimizó los hechos” y aseguró que sólo fue “un operativo de rutina, sin confirmar el número de policías lesionados”, y aseguraron que no se habrían utilizado armas de fuego.
Un penal fuera de control
El 13 de octubre pasado, una riña en mismo penal dejó como saldo un muerto y al menos 15 heridos. En junio de este año, tres reos murieron y 19 resultaron heridos tras un intento de motín, en protesta por el traslado de varios reos.
Antes, en febrero, fallecieron 52 reclusos, también en Topo Chico, el mayor número de muertos que se ha registrado tras un motín en un penal, en la historia reciente de México.
Apenas en julio, un grupo de reos le prendieron fuego a contenedores de basura de los patios sur y norte de la prisión, lo que activó las alertas ante un posible motín, lo que al final no ocurrió.
Después de estas riñas quedaron expuestas la sobrepoblación, la falta de custodios, aunado a la ausencia de control en dicha cárcel, ya que los internos tenían armas, drogas, y televisiones, entre otros objetos.
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Con información de El Norte y Zeta