El número de niños sin compañía de un adulto que fueron interceptados en la frontera entre México y Estados Unidos incrementó un 49 por ciento en comparación con el año anterior, informó este lunes el gobierno estadounidense.
Datos del año fiscal 2016 divulgados por el secretario de Seguridad Interna de EE.UU., Jeh Johnson, refieren que en el período comprendido entre octubre de 2015 y septiembre de 2016 fueron interceptados en la frontera 59.692 niños sin compañía. El año anterior esta cifra había sido de 39.970 menores.
Johnson informó que en general, el número total de migrantes detenidos en la frontera llegó 408,870 personas, lo que representó un aumento del 23 por ciento en relación a las 331,333 personas detenidas el año anterior.
Este número “representa un incremento sobre el año fiscal 2015 pero es inferior a los años fiscales de 2014 y 2013, y una fracción del número de detenciones observada de forma rutinaria desde los años 1980 hasta el 2008”, explicó el funcionario estadounidense en una nota oficial.
El secretario de Seguridad Interna de EE.UU recordó que “en 2014 los detenidos centroamericanos en la frontera sur fueron por primera vez más numerosos que los detenidos mexicanos. En 2016, eso volvió a ocurrir”.
Este repunte en el número de personas, especialmente centroamericanos, que buscan ingresar clandestinamente a Estados Unidos ocurre a pesar del esfuerzo desplegado por Washington y sus aliados en América Central de contener ese flujo humano.
No obstante, el número personas de otros países como Haití y de otros continentes como África ha empezado a abarrotar las fronteras mexicanas. Esto se debe a que las crisis económicas y los conflictos políticos de países en África y América Latina están forzando a miles a emigrar hacia los Estados Unidos, teniendo a México como una ruta obligada.
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En 2014 Estados Unidos adoptó con Guatemala, Honduras y El Salvador un ambicioso plan llamado “Alianza para la Prosperidad”, que destina enormes recursos para atender las causas del éxodo, en particular la violencia urbana y la falta de puestos de trabajo.
Johnson puntualizó que con esos tres países centroamericanos Washington estableció también un sistema para identificar personas en situación vulnerable que podrían beneficiarse de la protección estadounidense a refugiados.
“La seguridad fronteriza por sí misma no puede ser más fuerte que los factores de pobreza y violencia que existen en América Central. Muros no pueden prevenir la inmigración ilegal. La solución es la inversión en el largo plazo”, afirmó Johnson en su nota.
La frase es una referencia a la propuesta lanzada por el candidato presidencial estadounidense, Donald Trump, de construir un enorme muro en la frontera entre México y Estados Unidos para contener a inmigrantes.