“Los Fabulosos Cadillacs no somos una banda nostálgica”

Los Fabulosos Cadillacsno miran hacia el pasado, no pretenden sonar como sonaban, ni seguir en la misma línea de hace 17 años. Al menos así lo han demostrado con su nueva producción discográfica, La salvación de Solo y Juan, una ópera rock que relata en 14 canciones y tres actos la historia de los hermanos Clementi, una historia surgida de las mentes de Vicentico y de Flavio Cianciarulo, fundadores de la banda.

Fernando Ricciardi, baterista, compositor e iniciador de la agrupación argentina, confiesa en una plática con Newsweek en Españolque los Cadillacs siempre están dispuestos a buscar un sonido actual y a disfrutar lo que venga. Ahora, lo más inmediato para ellos es México, su “segunda casa”, en donde tienen tres fechas programadas para esta semana: en la Ciudad de México, en León y en Guadalajara.

—¿Cómo surgió la idea de esta ópera rock?

—La idea de los personajes surgió hace años. Se le ocurrió a Vicentico y a Flavio. Después se volvió a rescatar en esto último. Más que nada creo que fue una idea de Flavio por lo menos de rescatarla, de hacer esto. Él ya había tenido una experiencia similar con su banda de solista. Después él y Vicentico se juntaron y fueron armando la historia y armando los temas.

—¿Por qué experimentar con un género distinto?

—Lo que nosotros hacemos siempre es no quedarnos con lo que hicimos. Lo que siempre tratamos también es de buscar un sonido que sea actual, no somos una banda nostálgica. No pretendemos ni sonar como sonábamos, ni seguir haciendo lo mismo. Me parece que ese lado de la búsqueda y de no quedarnos con lo que ya sabemos es lo bueno que tiene la banda para seguir transformándose. A mí particularmente el nuevo disco me encanta. Me parece que es muy variado, recorre muchos ritmos, es muy difícil de encasillar, eso me gusta, es difícil hasta de definirlo. Tiene un hilo conductor y todos los diversos temas, que son bastante eclécticos, terminan entrelazándose y el resultado final a mí me encanta.

—¿Qué representa para los Cadillacs tocar en México?

—México es como nuestra segunda casa. Ahora es muy fácil decirlo porque la banda ha crecido mucho y tiene mucha llegada. Pero yo recuerdo los primeros shows cuando íbamos a tocar a Tijuana. Recuerdo cuando salíamos de gira en un micro chiquito, dormíamos ahí en el micro, y hacíamos showschiquitos y la respuesta de la gente era genial y nosotros la pasábamos bárbaro y siempre fuimos bien recibidos.

—¿Este es el último disco de los Cadillacs?

—Nos gusta que las cosas en un punto se estén dando sin ninguna presión. Entonces no nos ponemos ese tipo de metas de decir: “Bueno, ahora ya tenemos que hacer otro disco”. No. Nosotros estamos muy entusiasmados y motivados con este nuevo disco y, a la vez, decimos: “Bueno, veamos qué pasa”.

“Nosotros tenemos distintos proyectos personales que tampoco queremos descuidar. Y está este movimiento que tienen los Cadillacs de no ser tan lineales, que creo que fue lo que realmente despegó a la banda, no tener esa presión de decir: ‘Hay que hacer otro, hay que hacer otro, hay que hacer otro’. No. Podemos parar en este momento y decir: ‘Bueno, volvemos más tarde’. O podemos decir: ‘Genial, pues vamos a hacerlo’. Así que yo ahora no te puedo asegurar: ‘Sí, seguro que vamos a sacar otro disco’. Todavía no lo sé. Veamos qué pasa con nosotros, internamente y de ahí algo va a suceder. Y si tenemos que terminar, terminamos. Si la banda se tiene que terminar ahora yo voy a decir ‘genial’ y estar agradecido porque creo que lo importante es el camino.

—El último tema del disco lo titularon “La música salvará al mundo”. ¿Piensas que nos salvará?

—Yo creo que sí porque la música es algo intelectual. Entonces el camino es ese. Para mí el camino a la salvación tiene que ser un camino interior e intelectual.