El
equipo de investigadores internacionales que descubrió la señal en mayo de
2015, no se atreve todavía a atribuirla a alienígenas que buscan comunicación
porque se desconoce si la señal tiene, o no, un origen intencionado. Se limita
a señalar que posee gran potencia, que procede de un punto específico del
espacio, y que es en estos momentos es el mejor hecho registrado para estudios
al respecto.
La
detección, llevada a cabo con el radiotelescopio ruso
Ratan-600, en la localidad de Zelenchukskaya, en el Cáucaso, se
produjo hace ya más de un año pero no se había desvelado hasta ahora. La señal
tiene una longitud de onda de 2.7 centímetros y es, según los científicos,
demasiado fuerte para ser atribuida a causas naturales; procede de HD164595,
una estrella similar al
Sol, en la constelación de Hércules, con una edad estimada de 6300
millones de años y a una distancia de 95 años luz de la Tierra.
Los
investigadores del Ratan-600 (N.N. Bursov, L.N. Filippova, V.V. Filippov, L.M.
Gindilis, A.D. Panov, E.S. Starikov, J. Wilson y Claudio Maccone), solicitan
que la estrella y su misteriosa emisión de radio sean monitoreada de forma
permanente.
De
acuerdo con los científicos rusos, si la señal proviniera de extraterrestres
vivos allá afuera, su potencia solo podría ser alcanzada por una civilización
Kardashov del tipo II, que quiere decir que es
capaz de obtener su energía
directamente de las estrellas.
Explican que si se tratara de un
haz estrecho y centrado en nuestro Sistema Solar, la potencia sería accesible
para una civilización del Tipo I, que equivale a una mucho más avanzada que de
los humanos de la Tierra en el siglo XXI.
Además
de la señal, alrededor de la estrella HD164595 hay un planeta, HD164595 b, cuya
existencia ha sido confirmada también en 2015. Se trata de un Neptuno caliente,con cerca de 16 veces la masa de
la Tierra; un gigante gaseoso que orbita muy cerca de su
estrella (su periodo orbital es de 40 días) y fuera de su zona de habitabilidad.
Es imposible que albergue vida, de acuerdo a criterios humanos. No se descarta
que alrededor de HD164595 haya más cuerpos aún sin descubrir.
Esta
señal recuerda la famosa WOW, captada por el radiotelescopio Big Ear el 15 de
agosto de 1977, que luego nunca nadie, o ningún otro instrumento pudo volver a
detectarla. Los fanáticos de la vida fuera de la Tierra esperan que esta vez
haya más suerte.
