México cayó con el orgullo por delante

El coach, Jorge Azair, logró conformar un conjunto de jóvenes dispuestos a pelear cada balón contra cualquier rival, no importa si se trataba de la potencia mundial en el deporte.Y así, México salió al estadio Maracanizinho, con capacidad para 11 mil 800 personas dispuesto a no ser escalón de nadie.
La batalla inició y México le plantó cara a los brasileños que estaban sorprendidos por la fuerza e intensidad con la que jugaban los nacionales. El primer set silenció a todos los fanáticos de los locales, ya que México ganó 23-25.
El segundo episodio Brasil acomodó las cosas, los remates picados eran salvajes y México perdió la concentración en los saques que tuvo. Brasil se adelantó y nunca perdió la ventaja para ganar el set y empatar el juego 25-19.
Los sets 3 y 4 fueron bajo la misma tónica, México no dejaba que Brasil se despegara en demasía, sin embargo el talento y estrategia de los cariocas salió a flote, el coach Azair gritaba eufórico “vamos cabrones”, para tratar de impulsar a sus muchachos, los cuales jamás bajaron los brazos.
Al final, con puntaje de 25-14 y 25-18, Brasil, subcampeón olímpico en Londres 2012, se llevó el juego 3 sets a 1, pero se acordará siempre de los guerreros mexicanos que le plantaron cara y se fajaron la camiseta ante ellos.