El gobierno municipal de Apaseo el Alto impulsa el programa “Abrazando Corazones”, una estrategia social que actualmente atiende a 505 niñas y niños en situación de orfandad o semi orfandad a causa de la violencia, brindándoles acompañamiento emocional, psicológico y educativo, informó la alcaldesa Montserrat Mendoza Cano.
Durante entrevista, la presidenta municipal explicó que este programa se ha convertido en uno de los ejes más sensibles y emblemáticos de su administración, al buscar romper los ciclos de violencia desde la infancia y devolver la confianza a menores que han perdido a uno o ambos padres en contextos violentos.
“Estamos atendiendo ya de manera integral a estos niños, con acompañamiento emocional, asistencia psicológica y prioridad en el tema educativo. Hoy tenemos registrados 505 niñas y niños, y sabemos que serán más”, señaló la alcaldesa.
Montserrat Mendoza aseguró que el programa no solo contempla apoyos institucionales, sino también apadrinamiento social y cercanía afectiva, entendiendo que el impacto de la violencia en la niñez va más allá de lo material.
“Les estamos cambiando la perspectiva de vida al decirles que nos importan como personas. Eso es lo más importante”, afirmó.
La alcaldesa destacó que muchos de estos menores pierden la confianza en la sociedad tras la violencia con la que fueron separados de sus padres, por lo que el acompañamiento emocional es clave para su desarrollo futuro.
“Ellos no entienden si su papá era bueno o malo, para ellos simplemente eran sus papás. Cuando se los quitan de forma violenta, pierden la confianza en todo. Al atenderlos de manera integral, emocional y afectiva, estamos rompiendo esos ciclos eternos de violencia”, expresó.
Mendoza Cano adelantó que el programa continuará ampliándose de forma gradual, conforme se identifique a más niñas y niños en esta condición, con el respaldo de la sociedad y distintas instancias.
“La intención es que todos reciban la misma atención. Vamos por etapas, pero este es uno de los programas con mayor trascendencia social y emocional de la administración”, concluyó.