Con el paso de los años, el interés por el oficio de panadero ha disminuido de manera considerable en Aguascalientes, advirtió el presidente del Grupo de Industriales Panaderos (GIPAN), César Salado Gómez, quien alertó sobre las implicaciones alimentarias, culturales y productivas que esta tendencia podría generar a mediano y largo plazo.
El líder del gremio reconoció que se trata de una problemática que no es exclusiva de la entidad, sino que responde a un fenómeno generacional que afecta a diversos oficios tradicionales. Ante ello, señaló que ya se impulsan acciones para mejorar las condiciones laborales de quienes actualmente sostienen esta actividad, así como estrategias orientadas a despertar el interés de niños y jóvenes por la panadería.
“Los oficios en el mundo se están perdiendo y en México no es la excepción. En Aguascalientes, ya tenemos varios años fomentando el oficio, dignificándolo, que valoremos el trabajo del panadero, pero como son jornadas laborales muy largas y extensas, es difícil” reconoció.
Aunado a ello, Salado Gómez informó que el gremio mantiene conversaciones con el Ayuntamiento de Aguascalientes para la eventual creación de una escuela pública de panadería y repostería, cuyo objetivo sería formar a nuevas generaciones y hacer accesible el conocimiento de estas disciplinas, que —subrayó— han perdurado históricamente dentro de la cultura mexicana.
“Estamos buscando mejores salarios para los panaderos y colaboradores, porque hay que cuidarlos. Además, tenemos que seguirlos formando y como cámara estamos haciendo talleres gratuitos con jóvenes y adultos para revertir esta problemática generacional” declaró.
Según el Instituto de Desarrollo Económico (IDE), el consumo per cápita de pan en México es de 33.5 kilogramos, ubicándose así como un alimento cotidiano. En términos de precios, su costo ha incrementado un 8% anual, lo que se teme, pudiera llevar a los consumidores a reducir su volumen de compra.