Esta es una de las preguntas más comunes que los papás suelen tener, y mi respuesta es:
tranquilos, cada niño tiene su propio ritmo y eso es normal.
Según la Academia Americana de Pediatría (AAP) y diversos autores, muchos bebés pueden iniciar el gateo en promedio entre los siete y ocho meses, pudiendo extenderse hasta los doce meses de edad, mientras que los primeros pasos suelen ocurrir entre los doce y los dieciocho meses. Estos rangos pueden variar, ya que cada bebé se desarrolla de manera única, pero son amplios para permitir este proceso.
Algo que ocurre con frecuencia cuando vemos que otros bebés ya gatean o caminan es que surge la comparación, el miedo o las dudas: ¿por qué mi bebé no lo está haciendo?. Sin embargo, es importante aclarar que todos los pequeños tienen un proceso diferente.
Los primeros tres años de vida del pequeño son de suma importancia, ya que en este periodo todo lo que le enseñemos lo va a aprender y lo que viva impactará profundamente en su desarrollo. En esta etapa, el cerebro está especialmente receptivo; por eso es el momento ideal para apoyar su desarrollo. La estimulación temprana podría asegurar que, además del desarrollo de sus habilidades, éstas se logren correctamente y a la edad esperada.
La estimulación temprana no busca que tu bebé se “adelante” a los procesos del desarrollo, sino brindarle herramientas para potencializar múltiples habilidades —entre ellas las motoras, sensoriales y cognitivas— para que se consoliden adecuadamente, respetando su edad y ritmo.
Aquí se trabaja con diferentes técnicas y actividades preparadas para cada etapa, brindando un apoyo desde la infancia y logrando que el aprendizaje ocurra a través del juego. Esto trae muchos beneficios: también es un espacio donde el cuidador y el bebé fortalecen su vínculo afectivo, influyendo positivamente en su conducta.
Se conoce como “estimulación temprana”, pero piénsalo como un apoyo oportuno. El concepto no se refiere a que tu hijo va a crecer diferente o “superdotado”, sino a que recibirá acompañamiento para que su desarrollo avance en armonía con lo esperado para su edad.
El desarrollo de cada bebé es único y es un momento sumamente especial. Si tienes alguna duda sobre tu pequeño, no dudes en buscar orientación de un profesional. Y recuerda siempre que todos son diferentes, y que el ritmo de tu bebé es único.
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Ángela Robles Guerra (Monterrey, 2006) se dedica a comprender y acompañar los procesos de aprendizaje y desarrollo infantil. Con una formación continua en psicopedagogía y un interés profundo en la estimulación temprana, crea experiencias educativas enriquecedoras para bebés, niñas y niños.
Actualmente ofrece clases personalizadas que brindan un acompañamiento cercano, respetuoso y adaptado a las necesidades de cada familia, favoreciendo un desarrollo integral desde los primeros meses de vida.