La Comisión de Agua y Alcantarillado de Servicios Intermunicipales (Caasim) inició el retiro de poco más de 5 mil medidores de agua de autogestión que se instalaron, por presentar fallas en su funcionamiento, poniendo fin al cobro del consumo del líquido mediante un sistema de tarjetas prepago.
Fue hace cinco años, en agosto de 2011, cuando el exdirector de la Caasim, José Luis Gallego, presentó como una innovación de “última generación” el sistema de prepago de agua potable, similar al que operan tarjetas telefónicas de saldo.
En ese entonces, el organismo adjudicó la instalación de 50 mil medidores de autogestión a la empresa Iusa, la cual inició los trabajos con 5 mil medidores; sin embargo, al presentar fallas en su sistema de operación y cobrar elevadas cuotas a los usuarios, se frenó su continuidad.
Cada uno de los equipos que se instaló representó un costo de entre mil y 2 mil pesos a los usuarios que lo solicitaron. Ahora, la Caasim ha dado como plazo fatal para su sustitución el 30 de julio.
Daniel Barrera Martínez, actual director de la Caasim, afirmó que esta sustitución de los “novedosos” equipos por los medidores convencionales no representará algún gasto a los usuarios, ya que éste lo absorberá el organismo descentralizado con ahorros generados en los últimos años, aunque no precisó de cuánto será la inversión.
Además, precisó que actualmente se tienen colocados 5 mil 255 aparatos, de los cuales, 80 por ciento se ubican en fraccionamientos de reciente creación como Chavarría, en tanto que 20 por ciento se encuentra disperso en la ciudad, pues fueron a solicitud de los propios usuarios.
“Hubo varias fallas técnicas de esos medidores en el seguimiento que hicimos y por eso a partir de 2014 no pusimos un sólo medidor más”, precisó el funcionario.
De los medidores instalados, agregó, se tienen identificados a 4 mil 20 usuarios que vienen cumpliendo con su pago, mientras que mil 235 sostienen adeudos.
El servidor público reconoció que las fallas que se tuvieron en el sistema afectaron la toma de lectura adecuada, por lo que se determinó que se dejarán de colocar estos aparatos.
Otro problema que representan los equipos de Iusa, abundó, lo es la vida útil de la pila, la cual dura cinco años.
Una vez que llegue a su límite de utilidad, la pila bloqueará en automático el paso del agua, con el consecuente desabasto del líquido para los usuarios que tengan en sus tomas domiciliarias estos aparatos.
“Esa sustitución no implica un gasto, no tienen que pagar nada, sólo tienen que solicitarla mediante un oficio o si vienen directamente a las oficinas centrales de Caasim lo pueden hacer de manera directa, sin el oficio”.
Otro problema que representaron los medidores Iusa se dio en el momento de pagar en sistemas como Farmacias del Ahorro, “por lo que estamos invitando a nuestros usuarios a ya no pagar ahí su recibo, sino en las cajas de oficinas centrales, de Universidad, zona sur, Real Toledo, Palmar y el sistema Matilde”.
“La principal preocupación es dejar a los usuarios sin el servicio, porque en cuanto se dé la falla de los medidores vendrá el reclamo. No quiere decir que a partir del 1 de agosto no tendrán el agua, pues algunas pilas todavía tienen meses útiles”, expresó.
Contrato
El director general de la Caasim, Daniel Barrera, confirmó: “Estamos en ese proceso de dar la conclusión del contrato con Iusa, el área jurídica junto a área administrativa hemos venido trabajando, incluso de la mano de la Contraloría del estado”.
“Tenemos un expediente muy grande donde se está viendo la mejor manera de dar por terminado y cerrado el contrato con Iusa”, dijo.
Barrera adelantó que la finalización del contrato no se dará de manera salomónica sino “en los términos contractuales, en lo que se tenga en el expediente, con la evidencia documental y física”.
Además, recordó que todo contrato considera cláusulas y penalizaciones, ya sea para la empresa o para el organismo operador del agua, y explicó que el contrato consideraba que Iusa cobraría conforme fuera instalando medidores. ”Son las partes que se están revisando para que no haya problemas”.
Cuestionado sobre si fue un error haber establecido el proyecto de los medidores de autogestión, el funcionario negó esto. “En un futuro tendremos que ir hacia allá, pero tenemos que buscar tener mejor infraestructura”.
“Para poder tener un mejor control del servicio del agua potable, necesitamos tener que sectorizar, trabajar en la sectorización del sistema es hacer sectores donde tengamos la posibilidad controlar con válvulas más modernas, válvulas automáticas que regulen la presión del agua, que no tengamos problemas en la lectura, que al momento de pasar el agua potable por el medidor digital pueda trabajar eficientemente y poder tener sectores que nos ayuden a través de sistemas informáticos, a tener un control de seguimiento de consumos, de caudales”, abundó.