CONCHA, BOLILLO O COCOL… la industria panificadora emplea a más de 530,000 personas de forma directa y genera miles de empleos indirectos a lo largo de su cadena de valor, según datos de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, Pastelera y Similares de México (CANAINPA); pero ¿qué otros datos hay detrás de este sector?
Con motivo del Día Mundial del Pan —celebrado cada 16 de octubre para promover la cultura panadera, difundir su valor nutricional y destacar su importancia en la dieta humana—, la CANAINPA resalta que este sector funciona como un motor de emprendimiento local. De las 54,000 panaderías registradas en el país, la mayoría son micro y pequeñas empresas familiares que conservan recetas tradicionales y mantienen vivas las raíces gastronómicas de cada región.
Según la cámara, 17.8 por ciento de los empleos pertenece a grandes empresas, donde la especialización y la eficiencia resultan esenciales; 9.6 por ciento corresponde a centros comerciales y tiendas de autoservicio, mientras que un 7.3 por ciento proviene de panaderías familiares o negocios informales, lo que refleja la diversidad y dinamismo del sector.
¿BOLILLO O CONCHAS?
“La panadería mexicana actual ofrece una amplia variedad de productos que responden a distintos gustos, ocasiones y necesidades. Hoy existen panes elaborados con harinas tradicionales, integrales o con procesos y formatos distintos. Cada persona puede elegir la opción que más se adapte a su preferencia y estilo de vida alimentario”, afirmó Julián Castañón Fernández, presidente de la CANAINPA, en un comunicado.
En el mercado mexicano conviven el pan comercial y el artesanal. El pan blanco —que incluye bolillo, telera, pan de caja y pan español— concentra 81 por ciento de la preferencia de los consumidores, mientras que el pan dulce —conchas, donas, cuernitos y repostería diversa— representa 19 por ciento del consumo total.
Tan arraigado está ese alimento en la vida cotidiana mexicana que incluso ha inspirado videojuegos. Uno de ellos, Pancito Merge, creado por el mexicano Antonio Uribe, conocido como Fáyer, con ilustraciones de Vanilla Ryder, invita a fusionar panes dulces para formar versiones más grandes y sabrosas, con el objetivo de alcanzar la mayor puntuación posible.
De igual manera, varias películas mexicanas mencionan el pan, especialmente a través de la famosa canción “El panadero con el pan”, interpretada por Tin Tan en películas como Ay amor, ¡cómo me has puesto! N