El presidente municipal de Celaya, Juan Miguel Ramírez Sánchez, reconoció que existe preocupación por los ataques a la corporación de Tránsito y Vialidad, luego del asesinato del tercer polícia vial y uno desparecido en menos de un mes.
En entrevista, explicó que se realizará una revisión interna para identificar qué está ocurriendo y por qué los elementos se han convertido en blanco de la violencia.
“Nos llegan muchos rumores y chismes, pero sabemos que algo está pasando en Tránsito y lo estamos revisando, porque claro que nos preocupa”, declaró.
El primer edil aseguró que existen dos hipótesis en torno a los crímenes: una relacionada con la presión de grupos criminales para que los agentes paguen piso y otra que apunta a que los ataques son un mensaje directo al gobierno municipal.
“No vamos a permitir que ningún tránsito pida dinero, porque en el momento en que lo hagan se ponen en mayor riesgo”, subrayó.
El presidente municipal aseguró que ya sostienen reuniones con la Fiscalía estatal y con mandos de la corporación para analizar la situación, además de reforzar los canales de confianza con los elementos, pues confirmó que uno de los agentes asesinados había recibido amenazas que nunca reportó oficialmente.
Ante la vulnerabilidad que enfrentan los cerca de 200 elementos de la corporación, Ramírez Sánchez informó que se analiza la posibilidad de que algunos mandos puedan portar armas fuera de servicio, siempre y cuando acrediten los exámenes de control y confianza.
“Estamos buscando recursos para que todos pasen sus pruebas, y solo después de eso, en casos específicos, se podría autorizar”, explicó.
El alcalde envió también un mensaje a los grupos criminales, a quienes pidió no involucrar a las familias de los agentes.
“Si están matando a gente que no, no tiene caso. No van a ganar dinero con eso. Por lo menos que respeten los códigos de antes, que no se metían con los hijos ni con las familias”.