El aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) anunciado para 2026 ha generado debate en torno a su efectividad para reducir el consumo de productos como tabaco, refrescos, bebidas azucaradas, videojuegos y apuestas.
La Dra. Ángeles Montserrat Govea Franco, profesora investigadora de la Escuela de Empresariales de la Universidad Panamericana campus Aguascalientes, explicó que si bien el impuesto es positivo desde la perspectiva recaudatoria, su impacto en la salud pública ha sido limitado hasta ahora.
“El IEPS ha crecido de forma considerable en los últimos años, pero el consumo no ha disminuido. A pesar de que el cigarro, por ejemplo, tendrá un IEPS de hasta 200% en 2026, la demanda se mantiene estable. Lo mismo ocurre con las bebidas azucaradas: la gente está dispuesta a pagar más antes que reducir su consumo”, destacó la Dra. Govea.
La académica subrayó que el objetivo oficial del impuesto es proteger la salud de los mexicanos y cubrir los altos costos que generan al Estado las enfermedades relacionadas con el consumo de estos productos, como la obesidad o el enfisema pulmonar. Aunque reconoció que el comportamiento del consumidor ha mostrado resistencia, también afirmó que el incremento es una “buena iniciativa” para intentar modificar hábitos nocivos.
“Creo que es una medida positiva. Es un intento válido por parte del gobierno de desincentivar el consumo de productos dañinos para la salud. Habrá que ver en el tiempo si realmente funciona, pero de entrada es una buena propuesta”, señaló.
El caso de las bebidas azucaradas es uno de los más representativos. Actualmente el impuesto es de 1.5 pesos por litro, pero para 2026 se elevará a 3.08 pesos. Además, se incluirán no solo las bebidas con azúcar, sino también aquellas con otro tipo de endulzante, como stevia o fruto del monje, dado que el consumo tampoco ha disminuido con la regulación previa.
El IEPS también alcanzará nuevas áreas de consumo. Para los videojuegos violentosse aplicará un impuesto del 8%, mientras que en las apuestas y juegos de azar el gravamen se elevará hasta un 50%.
Desde el punto de vista económico, la Dra. Govea señaló que el efecto inmediato será un incremento en la recaudación. Sin embargo, advirtió que la aplicación de esos recursos será determinante para medir el éxito de la medida:
“El IEPS es una buena forma de recaudar porque grava productos de consumo diario. Pero el verdadero valor dependerá de cómo se utilicen los recursos. Si se canalizan a programas de prevención, campañas de salud o atención a la obesidad, se vería un impacto social más claro. Hasta ahora, no se han anunciado medidas adicionales que acompañen el aumento del impuesto”, comentó.
En cuanto a posibles riesgos, la profesora de la UP reconoció que sí podría haber una inflación moderada, ya que las alzas abruptas en impuestos suelen trasladarse a losprecios finales. También alertó sobre un efecto colateral en pequeñas y medianas empresas de bebidas, que podrían perder competitividad frente a grandes marcas consolidadas:
“El consumidor puede optar por marcas líderes si la diferencia de precio ya no es significativa, lo que pondría en riesgo a empresas menos posicionadas en el mercado”, puntualizó.
Finalmente, la Dra. Govea concluyó que el IEPS es una propuesta adecuada para fortalecer las finanzas públicas, pero insistió en que el éxito dependerá de la transparencia y eficacia en el uso de los recursos:
“De entrada es una buena iniciativa. El reto está en qué se hace con lo recaudado. En un año será interesante analizar cuánto aumentó la recaudación y en qué programas se aplicó el dinero, además de ver si realmente logra modificar los hábitos de consumo de los mexicanos. Solo así se podrá evaluar si cumplió su propósito”, afirmó.