Tras denominar a los cárteles del narcotráfico como grupos terroristas. La administración Trump aprieta contra las autoridades mexicanas.
México ha entregado a 26 presuntos narcotraficantes a la justicia estadounidense, en una operación que incluye a miembros de alto perfil del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Esta acción se produce en un contexto de crecientes tensiones y presiones por parte del presidente Donald Trump para frenar el flujo de fentanilo.
UN GOLE CONTUNDENTE CONTRA LOS CÁRTELES MEXICANOS
En un movimiento sin precedentes, el gobierno mexicano ha entregado a 26 criminales de alto perfil a Estados Unidos, reforzando la cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico. Según un comunicado del Departamento de Justicia estadounidense, entre los extraditados se encuentran figuras clave de los cárteles de Sinaloa y del CJNG, organizaciones que Washington ha designado como terroristas. Los acusados enfrentan cargos por introducir “toneladas de peligrosas drogas, como cocaína, metanfetaminas, fentanilo y heroína” a territorio estadounidense.
Esta entrega masiva, la segunda en lo que va del año, se suma a la de febrero, en la que 29 capos, incluido Rafael Caro Quintero, fueron extraditados. La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, calificó esta acción como un “ejemplo de los esfuerzos históricos de la administración Trump para desmantelar a los cárteles”.
FIGURAS DE ALTO PERFIL Y EL FANTASMA DE LA CADENA PERPETUA
La lista de extraditados incluye nombres de gran relevancia en el mundo del crimen organizado, como Abigael González Valencia, líder de “Los Cuinis” (el brazo financiero del CJNG), y Servando Gómez Martínez, apodado “La Tuta“, exjefe de La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios. También figuran Juan Carlos Félix Gastelum (“El Chavo Félix”), yerno de un capo de Sinaloa, y Pablo Edwin Huerta (“El Flaquito”) del diezmado cártel de los Arellano Félix.
Las autoridades mexicanas confirmaron que la entrega se realizó a solicitud de Estados Unidos, bajo el compromiso de no aplicar la pena de muerte. No obstante, la mayoría de los 26 acusados enfrentan la cadena perpetua.
UN MENSAJE DE SEGURIDAD EN MEDIO DE LA TENSIÓN POLÍTICA
El gobierno de México, bajo la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, justificó la entrega de estos hombres a autoridades extranjeras argumentando que los detenidos “representaban un riesgo permanente a la seguridad” del país. Esta acción se da en un momento de intensas negociaciones sobre seguridad con Estados Unidos y después de reportes periodísticos que indicaban que Trump había considerado usar al ejército estadounidense contra los cárteles, una medida que México rechazó categóricamente.
La operación de extradición se realizó bajo un procedimiento legal abreviado para evitar los recursos de amparo que, según el gobierno, han sido usados por presuntos jueces corruptos para liberar a algunos narcotraficantes. Con la entrega de estos criminales, México y Estados Unidos buscan dar un mensaje contundente contra la impunidad y la violencia, aunque capos como Nemesio Oseguera (“El Mencho”) y El Mayo Zambada continúan operando, y la guerra interna en el Cártel de Sinaloa sigue dejando un rastro de violencia en el país. N
(Con información de agencias)