Atenas enfrenta una crisis de sobrecarga turística: habitantes de Plaka denuncian la pérdida del alma de su barrio histórico


Las calles empedradas del centro histórico de Atenas ya no son lo que solían ser. Para Giorgos Zafeiriou, residente desde hace más de 30 años en el barrio de Plaka, el turismo ha transformado el paisaje urbano en una suerte de parque temático desbordado: aceras invadidas por terrazas de restaurantes, maletas rodando entre montones de basura y música a todo volumen.

Este 2025, se estima que Atenas recibirá más de 10 millones de visitantes, dos millones más que en 2024, consolidándose como uno de los destinos turísticos con mayor crecimiento tras el fin de la pandemia. Y mientras que para algunos esto representa una recuperación económica clave, para otros, como Zafeiriou y diversos colectivos vecinales, el precio de esta bonanza es la erosión del tejido social y patrimonial de la ciudad.

EL CORAZÓN DE ATENAS, EN JAQUE POR EL TURISMO

Ubicado justo debajo de la Acrópolis, el distrito de Plaka —considerado el barrio más antiguo de Europa aún habitado de forma continua— se ha convertido en un hervidero de turistas. En 2024, el templo del Partenón recibió casi 4.5 millones de visitantes, lo que da cuenta del imán que representa este sitio para el turismo mundial.

Calles angostas bordeadas de cafés, tiendas de souvenirs, ruinas antiguas y pequeñas iglesias bizantinas ahora apenas pueden contener la marea turística que se acumula especialmente en verano, cuando la población de Plaka, de solo 2,000 personas, se cuadruplica.

DE POLO ECONÓMICO A PUNTO DE SATURACIÓN

El turismo representa una de las principales fuentes de ingresos para Grecia, tras años de austeridad y crisis financiera. Para muchos comerciantes como Konstantinos Marinakis, propietario de una tienda de recuerdos, “el turismo ha salvado a la economía griega”. Sin embargo, los beneficios no se reparten equitativamente.

Atenas registró 4.5 millones de turistas en 2024. (Photo by Angelos TZORTZINIS / AFP)

Las consecuencias del sobreturismo ya son conocidas en otras ciudades europeas como Barcelona o Venecia: alzas en los precios de renta, pérdida de viviendas para uso residencial y el deterioro de la vida comunitaria. Atenas, de momento, va en ese mismo camino.

“Zonas como Plaka están saturadas de turistas”, reconoció el alcalde Haris Doukas, quien confirmó que la capital griega se encuentra ahora entre las 10 ciudades más visitadas del mundo. Y aunque niega que se haya alcanzado el nivel de crisis de Barcelona, admite que se deben tomar medidas urgentes “antes de que sea demasiado tarde”.

AIRBNB Y LA ‘HOTELERÍA DISFRAZADA’

Uno de los puntos más críticos del conflicto es el crecimiento exponencial de alquileres turísticos de corto plazo, especialmente en plataformas como Airbnb. Según cifras oficiales, en 2024 existían al menos 12,000 propiedades en renta temporal solo en el centro de Atenas.

Para el abogado Dimitris Melissas, especialista en urbanismo, esto ha provocado una transformación del uso del suelo.

“Hay casas enteras convertidas en departamentos para turistas, con recepción y hasta servicio de desayuno. No son viviendas, son hoteles disfrazados”, denunció.

Melissas llevó el caso de 16 edificios turísticos ilegales ante el Consejo de Estado, el máximo tribunal administrativo del país. El fallo, que se espera en septiembre, podría sentar un precedente legal crucial.

En 1993, un decreto presidencial intentó proteger el equilibrio en Plaka, prohibiendo clubes nocturnos y regulando el uso de los inmuebles. Pero en la práctica, las reglas se han evadido sistemáticamente, y ni siquiera la reciente decisión del gobierno conservador de suspender el registro de nuevos alquileres turísticos por un año parece surtir efecto.

“El problema en Grecia no es la falta de leyes, sino su falta de aplicación”, concluye Melissas.

¿TURISMO SIN ALMA?

Para Lydia Carras, líder de la asociación Ellet dedicada a preservar el patrimonio ambiental y cultural, el riesgo es perder más que arquitectura o tranquilidad: “Plaka no puede perder su alma”. Frente al ruido, la masificación y la especulación, los habitantes piden frenar la turistificación del centro antes de que se vuelva irreversible.

Atenas, la ciudad que vio nacer la democracia, se debate hoy entre el impulso económico del turismo y la necesidad de preservar su identidad. La pregunta no es si vendrán más turistas, sino si quedará algo que los propios atenienses reconozcan como suyo. N

(Con información de AFP)

NW Noticias te recomienda también estas notas:

Crisis migratoria y de vivienda: el nuevo rostro del desamparo en Los Ángeles