Resultado en New Hampshire ¿indicador del camino de elecciones?

La semana pasada, los
intransigentes expresaron su opinión en Iowa. El martes por la noche en Nueva
Hampshire, fue el turno de los independientes.

Los colegios electorales de Iowa
consumen mucho tiempo, y sólo los partidarios más comprometidos o ideologizados
se presentan.

Pero las leyes electorales de Nueva
Hampshire permiten que las personas voten en las elecciones primarias, incluso
si no están registradas con uno de los partidos. Estos votantes (llamados “no
declarados”) constituyen más de 40 por ciento de los posibles votantes de las
elecciones primarias en ese estado. El hecho de que estos votantes no
declarados puedan participar en la votación ha llevado a algunas personas a
sugerir que la elección primaria de Nueva Hampshire está en las manos de los
votantes independientes.

¿Pero acaso estos votantes fueron cruciales?
La investigación que Samara Klar y yo realizamos para nuestro nuevo libro, Independent
Politics (Política independiente), indica que la respuesta a esta pregunta es más
complicada que lo que sugieren las cifras de las encuestas de salida.

Una minoría de buen tamaño

De acuerdo con las encuestas de salida de
CNN, de las personas que votaron en la elección primaria republicana, 60 por
ciento era republicanos registrados y 35 por ciento era votantes no declarados.

De entre las personas que votaron en
las elecciones primarias demócratas, 41 por ciento eran votantes no declarados,
mientras que 54 por ciento eran demócratas registrados.

En el caso de ambos partidos, las
encuestas de salida no tenían información sobre la condición de registro de
aproximadamente 5 a 6 por ciento de los votantes en las elecciones primarias,
lo cual explica por qué estos números no alcanzan el 100 por ciento.

En las encuestas de salida se pidió a
los encuestados que describieran su condición de registro: republicano, demócrata
o no declarado. Pero también se preguntó a las personas cómo describían sus
propias inclinaciones políticas. Una persona, por ejemplo, puede ser un votante
no declarado, pero puede informar libremente que es demócrata o republicano.

Cuando analizamos las preguntas de las
encuestas de salida que permitían que las personas describieran su propia
inclinación política, aproximadamente 40 por ciento de los votantes en ambas
elecciones primarias se identificaron como “independientes.”

Del lado republicano, los
independientes y los miembros del partido favorecieron al mismo candidato,
Donald Trump, en aproximadamente 35 por ciento. En otras palabras, las
encuestas de salida indican que los votantes independientes no determinaron al
ganador de la contienda republicana.

Además, vemos pocas divisiones entre
independientes y republicanos al recorrer la lista de candidatos de ese partido.
John Kasich, por ejemplo, asume el segundo puesto con índices similares entre
los votantes que se consideran republicanos y aquellos que se consideran
independientes.

Los independientes parecen mucho más
cruciales en la elección primaria demócrata. Aunque Hillary Clinton y Bernie
Sanders compartieron casi uniformemente el voto de las personas que se
identifican a sí mismas como demócratas (48 % a 52 %), Sanders obtuvo el voto
de 72 por ciento de los independientes.

La motivación es fundamental

Es importante comprender que la decisión
de una persona de ser un votante “no declarado” no quiere decir que
esa persona no tenga alguna preferencia especial hacia un partido.

Los expertos en ciencia política han
demostrado que las personas que se asumen como independientes o “no declaradas”
con frecuencia gustan más de un partido que del otro. Para algunas personas,
esta clasificación podría reflejar el hecho de que su postura política no
encaja claramente con ningún partido. Para otras, la etiqueta podría ser
simplemente una forma de esconder su conexión ideológica con un partido.

Nuestra investigación muestra que el
deseo de las personas de esconder su conexión partidista proviene de la
insatisfacción con ambos partidos políticos. Sostenemos que la cobertura periodística
que destaca las luchas partidistas y la polarización hace que las personas
crean que no hay nada positivo con respecto a la elite del partido.

Si esto es así, no debe resultar sorprendente
que el gran número de independientes que votaron en las elecciones primarias de
Nueva Hampshire dieran su apoyo a candidatos sin experiencia en ninguna maquinaria
partidista.

Las encuestas de salida de Nueva
Hampshire indican que la independencia de los votantes de las elecciones primarias
es, al menos en parte, un espejismo. Entre las personas que votaron en la
elección primaria republicana, 71 por ciento se identificaron como
conservadores y 27 % se declararon moderados. De aquellos que votaron en la
elección primaria demócrata, 69 por ciento informaron que eran liberales y 27
por ciento se declararon moderados. Estas cifras muestran una notable conexión
entre el partido y la ideología que ha permanecido sin cambios por la presencia
de votantes independientes o no declarados.

De hecho, la mayoría de los votantes de
Nueva Hampshire que creen que el próximo presidente debe provenir de “fuera
del orden establecido” respaldaron a Trump y a Sanders. Entre los votantes
republicanos que querían un candidato “fuera del orden establecido”,
61 por ciento apoya a Trump. Mientras tanto, 86 por ciento de los demócratas que
querían un candidato “fuera del orden establecido” apoyaron a Sanders.
Sin embargo, de manera notable, sólo 27 por ciento de quienes votaron en la
elección primaria demócrata informaron tener esta opinión, mientras que 50 por
ciento de los republicanos lo hicieron.

Como Klar y yo hemos afirmado, las
mismas fuerzas que llevan a las personas a evitar asociarse con los partidos también
las llevan a apoyar a candidatos como Trump y Sanders.

Una fuerza que se debilita

A pesar de lo interesante es que
resultan los independientes en Nueva Hampshire, es difícil extraer cualquier
conclusión sobre las demás elecciones primarias a partir de esta primera elección.
Debido en parte a su estructura principal poco usual, Nueva Hampshire puede
atraer a más votantes independientes que las elecciones primarias de otros
estados.

No obstante, Nueva Hampshire insinúa
una relación que surge entre los votantes independientes y los candidatos que
no pertenecen al orden establecido. Es razonable que los votantes que evitan
identificarse públicamente con partidos establecidos se sientan atraídos hacia
aquellos candidatos a los que parece importarles poco lo que su partido piensa
o desea.

Sólo el tiempo dirá si esta conexión
entre independientes y el orden establecido cambiará el sistema de partidos. Décadas
de investigación en ciencia política muestran que cuando se trata de las
elecciones generales, la mayoría de los independientes caen dentro de las líneas
partidistas y votan por el candidato que el partido de su preferencia ha
nominado.

Por otra parte, la investigación en
ciencia política no pudo haber pronosticado que los candidatos fuera del orden
establecido como Trump y Sanders ganarían las elecciones primarias. Así que
quizás la lección de los independientes en Nueva Hampshire es que los partidos en
2016 se encaminan hacia un territorio inexplorado.

Este artículo apareció por primera vez en The Conversation.

Yanna Krupnikov es profesora adjunta de
Ciencia Política, universidad de Stony Brook (Universidad Estatal de Nueva York).