A cinco años de su construcción en El Tezontle, el Centro de Evangelización catequesis Juan Pablo II todavía se encuentra bajo investigación de la Procuraduría General de la República (PGR).
El edificio construido con una gran cruz de acero inoxidable en la fachada fue puesto en marcha el 9 de noviembre de 2010, según la placa negra con biseles dorados que recuerda su inauguración y que fue financiado por Heriberto Lazcano Lazcano, líder de Los Zetas abatido por la Marina en Progreso, Coahuila, en octubre de 2012.
Este epígrafe se encuentra pegado en la pared del patio central, mismo que no ha sido retirado por las autoridades o integrante de la Iglesia católica.
En respuesta a una solicitud de información a través del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai, antes Ifai), la PGR informó a Criterio que existen investigaciones en torno a este centro religioso patrocinado por el extinto narcotraficante.
De acuerdo con la fiscalía, en octubre de 2010 fue iniciada la averiguación AP/PGR/PACH/I-V/752/2010 para indagar el origen de los recursos utilizados para la construcción del templo, luego de que fuera denunciada públicamente la placa conmemorativa que dice que fue “donado por Heriberto Lazcano Lazcano”.
No obstante, en la contestación que hace la PGR, a través la Subsecretaría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), expone no tener entre sus archivos registro de que el exlíder del grupo delictivo haya sido motivo de búsqueda en Hidalgo, aún después de su muerte.
Añade que los resultados del muestreo de ADN que realizó un equipo de médicos forenses en varias fosas del panteón San Francisco, en el Tezontle, para verificar el deceso de Lazcano –cuyo cuerpo presuntamente fue hurtado de una funeraria la noche de su muerte– serán conocidos hasta pasados 12 años de las indagatorias debido a que se encuentran como elementos activos en investigaciones, en vías de integración por el fiscal federal.
La toma de muestra se hizo en varios cuerpos de presuntos familiares del capo inhumados en el cementerio, donde él tiene una cripta semejante a la fachada del Centro de Evangelización, para confirmar mediante el ADN que el abatido en Coahuila en 2012 efectivamente se trataba de El Verdugo.
En ese entonces la diócesis de Tulancingo, a la cual pertenece la iglesia, a través del vocero Josué Alvarado, dijo que “cada pastor debe hacerse responsable de su parroquia y quedará en su conciencia y en la de su feligresía aceptar dádivas de gente ligada al crimen organizado”.
La iglesia de El Tezontle sigue abriendo sus puertas a la fiesta de La Candelaria cada 2 de febrero, que con grandes letras de flores recuerdan a Lazcano. Incluso, este año colocaron su fotografía como reconocimiento.