Después del periodo de asueto, por el Día del Trabajo y la conmemoración de la Batalla de Puebla, la actividad que da vida a las colonias y calles de la capital hidalguense regresa. Es martes temprano y aún se ve a algunas señoras que llevan botes llenos con dos bolsas de leche Liconsa, que acaban de surtir en la lechería del mercado Aquiles Serdán.
Ahí, cerca, por la calle 16 de Septiembre mujeres caminan apresuradas cargando mochilas en los hombros. Van con sus hijos con rumbo a la primaria Esfuerzo Campesino, en Santa Julia.
“Vamos a pasarnos de aquel lado de la calle, está más limpia, por aquí nos vaya a salir un perro”, ordena una madre a su hijo, quien jala una mochila de rueditas. Ellos vienen desde la colonia Plutarco.
Desde el viernes no ha pasado el camión por la basura. Las esquinas de esa avenida se han convertido en montañas de desechos, un festín para los perros, que en busca de comida rasgan las bolsas para tragarse los desperdicios. Mientras, para los pepenadores, resulta una oportunidad para hurgar en el tiradero y juntar pet, latas de aluminio y cartón, principalmente, que venden para que se reciclen.
Este escenario no es único de estas colonias. Según comentan madres de familia que acaban de dejar a sus hijos en la entrada trasera de la primaria de Santa Julia, ya que el acceso principal está en remodelación, en prácticamente toda la ciudad no han pasado a recoger la basura.
Muchas desconocen que este servicio fue concesionado hace tres años a la empresa mexiquense Cambio Verde SA de CV, la cual se comprometió a recolectar cerca de 320 toneladas de basura que en promedio se generan al día en Pachuca y por la cual reciben del ayuntamiento 404.84 pesos por tonelada, es decir, 129 mil 548 pesos diarios, que provienen de los impuestos