Las 63 fórmulas que compiten por siete diputaciones federales podrían gastar, en conjunto, hasta 76 millones 200 mil 264 pesos para actividades proselitistas.
Cada una dispondrá de un millón 209 mil 528 pesos como tope de campaña. Una buena parte será empleada para adquirir artículos propagandísticos que obsequiarán a los electores bajo ciertas limitantes establecidas en el ley electoral.
Para tener un pulso en lo que los partidos políticos y candidatos gastarían para esta elección, Criterio consultó empresas dedicadas a la publicidad y el marketing en el estado.
Proyectar y mantener la imagen de un candidato en un espectacular de 15 por 7 metros de dimensión durante dos meses de campañas cuestan entre 52 a 60 mil pesos, dependiendo la zona y el tamaño, sin incluir el costo de la impresión.
Un espectacular ubicado en la entrada y salida de Pachuca, en dirección a la Ciudad de México, tiene un precio de 30 mil pesos mensuales; mientras, uno que se ubica sobre bulevar Colosio, 26 mil pesos, más 5 mil 940 pesos de la impresión de la lona.
Las empresas consultadas telefónicamente señalaron que los montos varían dependiendo el municipio, aunque no cuentan con espacios en otras
demarcaciones.
Para imprimir volantes o tríptico de manera sencilla, donde se emiten propuestas de campaña, el costo oscila entre 900 y 950 pesos por millar; un bolígrafo ecológico vale 3 pesos; vinil microperforado para los medallones de los automóviles va de los 13 a 15 pesos por pieza.
Respecto a la manufactura textil, la cual es obligatoria en la elección, algunos productos tienen los siguientes costes: morral sencillo de tela, de 10.50 a 15 pesos; playeras de algodón, de 14 a 20 pesos, según la calidad e impresión; mandil sencillo de tela, de 10.50 a 16 pesos; tortillero de polyester, 9.50 pesos. Todos por precio unitario.
De acuerdo con la consulta, la mayoría de las empresas de publicidad en la entidad se manejan por presupuesto.
A diferencia de campañas electorales pasadas, donde se permitían mercancía propagandística como con tazas, termos, cilindros, plumas, cosméticos, llaveros metálicos o de plástico y electrodomésticos, este año quedó establecido que los artículos promocionales utilitarios sólo podrán ser elaborados con material textil.
Esto, con base en los artículos 209 y 211 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LEGIPE), que vinculan los aspectos de la publicidad electoral estableciendo que la propaganda tiene que ser reciclable, fabricada con materiales biodegradables que no contengan sustancias tóxicas o nocivas para la salud o el medio ambiente.
Esto obliga a los partidos políticos y candidatos a contar con un plan de reciclaje de los desechos de campaña electoral.
Esta limitación del uso de artículos que contengan plásticos o metales también abarca las precampañas, suponiendo una disminución de los artefactos promocionales que se obsequien.
De acuerdo con la ley, los artefactos promocionales utilitarios son “aquellos que contienen imágenes, signos, emblemas y expresiones que tengan por objeto difundir la imagen y propuestas del partido político, coalición o candidato que lo distribuye”.
Este análisis no incluyó al candidato independiente a diputado federal por Pachuca, Antonio Mota Rojas, ya que aún no se conoce cuánto recurso podrá gastar como máximo.