“Made in León” ya es una marca con preferencia en el calzado: CICEG

El presidente de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), Juan Carlos Cashat Usabiaga, afirmó que el posicionamiento del calzado mexicano en los mercados internacionales, particularmente el producido en León, Guanajuato, se sustenta en la calidad, la identidad de origen y el valor agregado que hoy distinguen al sector.

“Hoy por hoy nos reconocen en este nicho y en este sector como una referencia a nivel mundial”, señaló el dirigente empresarial. 

Además, destacó que el sello “Made in México”, e incluso “Made in León”, se ha convertido en un factor decisivo para los compradores internacionales. Agregó que este distintivo funciona como una marca país, marca estado y marca regional, que genera confianza y preferencia frente a otros mercados. 

“Que la bota lleve este distintivo es como una marca país, marca estado, marca regional, y todo esto ayuda evidentemente a ganar mercado”, sostuvo.

El presidente de la CICEG reconoció que la industria enfrenta retos importantes, entre ellos la pérdida de empleos y de niveles de producción registrados en años anteriores. 

Sin embargo, aseguró que existe un plan claro de recuperación. También, admitió que este proceso no será inmediato, pero confió en la capacidad de la industria para salir adelante. 

“Nada es fácil, pero tenemos el plan muy claro; creemos que sí los podemos recuperar…No va a ser un tema de corto plazo, esa es una realidad. Sin embargo, tenemos que ponernos las pilas, cerrar filas y atender los temas pendientes”, expresó.

Cashat Usabiaga subrayó que la competitividad del sector depende de un ecosistema integral, donde influyen factores como infraestructura, transporte, energía y políticas públicas. 

“Una economía se vuelve competitiva por varios factores: acceso a temas energéticos, carreteras y transportes en buen estado, políticas públicas que favorezcan la producción, el tipo de cambio y el precio de la mano de obra”, explicó.

Finalmente, mostró optimismo ante la próxima temporada primavera–verano, la cual podría marcar un punto de inflexión para la reactivación del sector. 

“La temporada que viene pinta bien, y eso en los pedidos se tiene que transformar en producción y en empleo”, concluyó.