Murió líder de la ultraderecha

“José Antonio Quintana Fernández impulsó la expansión nacional e internacional de El Yunque, sobre todo a España, América del Sur y Estados Unidos”, documentó el periodista Álvaro Delgado en su artículo El fin del patriarca de El Yunque en Sin Embargo.

Autor de los libros El Yunque, la ultraderecha en el poder (Plaza y Janés); El Ejército de Dios (Plaza y Janés) y El engaño. Prédica y práctica del PAN (Grijalbo). El amasiato. El pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas (Editorial Proceso) es su más reciente libro, es el reportero mejor informado del tema de la ultraderecha en México y concretamente en Puebla.

En Sin Embargo señaló que Quintana Fernández, fue de los fundadores y el segundo jefe general de la organización secreta El Yunque, y quien murió el pasado jueves, “lo que detonó consternación en los ámbitos políticos, empresariales, y académicos de México y del mundo donde esta secta de ultraderecha tiene presencia e influencia, como en el equipo del Presidente electo de Chile, José Antonio Kast, y el partido Vox de España”.

La Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la institución educativa fundada por El Yunque en 1973, informó de la muerte de Quintana Fernández, quien asumió la jefatura general de la organización “secreta tras el asesinato a balazos del máximo jerarca, Ramón Plata Moreno, el 24 de diciembre de 1979”.

Un crimen atribuido a los también extremistas Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), de los que nació y luego rompió.

Toño Quintana fue parte del grupo fundador de El Yunque en Puebla, en 1953, una extensión de los Tecos de la UAG, “como parte de un proyecto contra la izquierda y el liberalismo, de naturaleza antisemita y defensora de la iglesia católica, que contó con el impulso del sacerdote jesuita Manuel Figueroa y con el apoyo del obispo Octaviano Márquez y Toriz”, agregó.

El Yunque mantiene hasta ahora la idea de que en el mundo existe una “conspiración judeo-masónica-comunista” contra la civilización occidental, rompió con los Tecos de la UAG, en 1966, debido a que éstos culpaban al Papa Paulo VI de ser judío, masón y “criptocomunista”, un lenguaje propio de la Guerra Fría del que estas organizaciones no se han logrado despojar hasta ahora.

“La rivalidad entre El Yunque y los Tecos llegó a su clímax cuando, el 25 de diciembre de 1979, fue asesinado Plata Moreno”, fundador y jefe general de la primera organización, cuando celebraba la Nochebuena en casa de sus suegros en la colonia Lindavista de la Ciudad de México”.

El jerarca tenía poco de haber regresado de un exilio en Estados Unidos, después de un atentado contra su vida, en 1975, después del asesinato ese mismo año de dos de sus militantes, en el Cerro del Cubilete, en Guanajuato.

Pero no sólo eso, el Yunque como organización secreta mantuvo relación estrecha con la Dirección Federal de Seguridad, la policía política de los gobiernos priistas, y con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, la CIA, como se acredita en el libro Derecha, de Alejandro Páez y Álvaro Delgado, y fue financiada entre otros empresarios por Hugo Salinas Price, padre de Ricardo Salinas Pliego, “el magnate que quiere ser Presidente de México”.

Agregó que “a la muerte de Plata Moreno, Quintana Fernández, quien tuvo hasta su muerte el seudónimo de “Leonardo”, asumió la jefatura general de la organización e impulsó su expansión nacional e internacional, sobre todo a España, América del Sur y Estados Unidos, donde tiene numerosos militantes”.

España es uno de los países donde más influencia tiene El Yunque, cuyo fundador y jefe general es el mexicano Miguel Ángel López Zavaleta, ya que logró penetrar al Partido Popular y a Vox y a Fundar, y controlar organizaciones como HazteOir y CitizenGo.

El Yunque también se expandió a América del Sur, entre otros países, Chile, gracias a los vínculos que estableció con la extrema derecha de esas naciones, con los chilenos, cuyo presidente electo, José Antonio Kast, tiene en su entorno a militantes de la organización nacida en México.

“Eduardo Guerrero Núñez, jefe general de El Yunque en Chile, fue el coordinador del programa económico de Kast en su primera campaña y hasta que fue acusado de fraude. Pero hay otros miembros de esta secta en el entorno del Presidente electo de Chile”.

En México, El Yunque tiene aún influencia en el Partido Acción Nacional (PAN) con expresidentes que son militantes, como Luis Felipe Bravo Mena, Manuel Espino, César Nava y Cecilia Romero, y el lema “Patria, familia y libertad” alude a “Dios, Patria, Yunque” de esta organización que influyó ampliamente en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.

A partir de 1982, empezó su presencia en organizaciones patronales como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), con expresidentes como Bernardo Ardavín Migoni —exjefe general—, Jorge Ocejo Moreno, Carlos Abascal, Antonio Sánchez Díaz de Rivera y Gerardo Aranda Orozco.

Al fallecido Quintana Fernández le sucedió en la jefatura de El Yunque Guillermo Velasco Arzac, asesor del empresario Claudio X. González Guajardo en la coalición del PRIAN, y a él Bernardo Ardavín Migoni, tío del rector de la UPAEP.

Fue el segundo jefe general de la organización cuando surgió en Puebla en la década de los 50, impulsada por el obispo Octaviano Márquez y Toriz, y articulada por redes católicas, antisemitas y contrarias al avance de la izquierda en México.

Álvaro Delgado, autor del libro El Yunque, la Ultraderecha en el poder, identifica a Quintana Fernández como el impulsor de la expansión nacional e internacional de esa organización en España, América del Sur y Estados Unidos.

Ingeniero civil y empresario del sector de la construcción, también es considerado clave en la conformación de cuadros jóvenes de El Yunque en su momento infiltrados en partidos políticos, cargos públicos, universidades, asociaciones civiles y organismos empresariales.

Falleció el patriarca y ahora sus herederos políticos empezarán a disputar el dominio de la Upaep, no sería extraño que ante su ausencia se divida El Yunque y la ultraderecha mexicana siga perdiendo su influencia dentro del poder político mexicano.

De las anécdotas que se cuentan

El verdadero presidente del patronato de la Upaep, el ingeniero José Antonio Quintana, deja en la orfandad a la institución educativa que fundó su grupo desde 1973.

Las divisiones y rupturas empezaron desde que propiciaron la salida de Eduardo García Suárez en la década de los 80 del siglo pasado y recientemente de los miembros de la familia Rodríguez Regordosa.

La conformación de la Upaep tendrá que ver en cómo se reorganiza El Yunque internamente.

Si lo domina la familia Ardavín, que no son poblanos, vivirá un cambio radical y pronto veremos un nuevo Patronato.

Falleció el Jefe General.

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